EL PRESIDENTE MICHEL TEMER, DE BRASIL, SE LIBRA DE UN JUICIO PENAL POR LOS CARGOS SOBORNOS
BRASILIA (3 Agosto 2017).- El presidente Michel
Temer sobrevivió a una votación crucial en el Congreso que podría haber
redundado en su suspensión por un cargo relacionado con sobornos, luego de
reunir el respaldo suficiente el miércoles por la noche para mantenerse a flote
y evitar un juicio político.
Temer, de 76 años, necesitaba el apoyo de sólo una
tercera parte de los 513 integrantes de la Cámara de Diputados, o sea 171
integrantes. Horas después de que comenzó la votación, había recibido más
sufragios que ese número. En el conteo final, 263 diputados votaron a su favor
y 227 en contra. El resto fueron abstenciones y ausencias.
Aunque el mandatario obtuvo una clara victoria,
probablemente no tendrá mucho tiempo para festejar. Se prevé que el fiscal general
Rodrigo Janot, que interpuso el cargo de soborno contra él, lo acuse de
obstrucción de la justicia para fin de mes. Eso derivaría en una segunda
votación, lo que obligaría a sus aliados a decidir una vez más si arriesgarán
sus propios futuros políticos al respaldar al impopular líder. Los 513 escaños
de la cámara baja estarán en juego en los comicios del año próximo.
La acusación de soborno fue el más reciente en una
serie de escándalos que han sacudido al gobierno y han creado profunda
incertidumbre y angustia en el país más grande de Latinoamérica.
La votación en la Cámara de Diputados comenzó
después de un día de reuniones y cabildeos por parte de ambos bandos. Los
legisladores de oposición intentaron infructuosamente demorar la votación, un
reconocimiento de que probablemente no obtendrían suficiente apoyo para
suspender a Temer pese al pésimo respaldo del que goza en todo el país. El
sondeo nacional más reciente indicó que sólo el 5% de los brasileños aprueba al
mandatario.
En las últimas semanas, Temer ha estado repartiendo
frenéticamente millones de dólares en asignaciones presupuestarias a los
legisladores con el fin de granjearse su respaldo.
Durante todo el día hubo gritos e incluso empellones
entre los miembros de la cámara baja.
“Temer es un ladrón y necesita ver cuál es su
situación con el Ministerio de Justicia”, dijo Elvino Bohn Gass, miembro del
Partido de los Trabajadores, de oposición. “Brasil no debería ser gobernado por
una banda de rufianes”.
Para la votación, que fue transmitida en vivo por la
influyente televisora Globo, cada miembro fue nombrado en voz alta y se le
preguntó cuál era su voto. Si bien los diputados que sufragaron contra Temer lo
dijeron abiertamente, la mayoría de los que lo apoyaron depositaron su voto sin
hablar, un indicio de que muchos preferían que no se supiera que apoyan al
mandatario.
“Brasil no puede cambiar de presidente tres veces en
un año”, dijo Sergio Moraes. “Será investigado posteriormente”.
Temer, quien fue vicepresidente, llegó al poder hace
poco más de un año cuando la presidenta Dilma Rousseff fue sometida a juicio
político y destituida por gestión ilegal del presupuesto federal.
Desde que asumió el poder, el gobierno de Temer se
ha visto golpeado por un escándalo tras otro, aunque ha logrado aprobar medidas
impopulares, como leyes laborales menos estrictas y propuestas para reducir las
pensiones.
La ambiciosa agenda de reformas económicas, apoyada
por la clase empresarial de Brasil, ha ayudado a Temer a mantenerse en el cargo
pese a la indignación por las acusaciones de corrupción en su contra.
Horas antes, el abogado del mandatario, Antonio
Claudio Mariz de Oliveira, comenzó a hablar del cargo contra Temer en su
declaración de apertura. Dijo que la grabación secreta del presidente en marzo
era ilegal y que la maleta que confiscaron con dinero que supuestamente
pertenecía al mandatario era una maniobra de distracción.
“La maleta con dinero fue devuelta” por la policía
al aliado de Temer que la había llevado, dijo Mariz de Oliveira. “¿Por qué se
regresó? Porque el presidente es un buen hombre, un hombre inocente”.
Durante un agitado año en el puesto, Temer ha
logrado mantener la mayoría de su coalición gobernante en la Cámara de
Diputados, la cual presidió por muchos años.
Los pocos que hablaron en su favor elogiaron el
manejo que el presidente ha hecho de la economía de Brasil, que pasa apuros
para salir de su peor recesión en décadas.
“Brasil está mejorando”, dijo Mauro Pereira, miembro
del partido de Temer. “La inflación está disminuyendo y nuestras reservas
nacionales aumentando. Ahora tenemos credibilidad a nivel internacional”.
Sin embargo, muchos economistas dicen que aunque la
inflación ha decrecido, el desempleo está por los cielos, y varios estados y
municipios se encuentran en bancarrota y no pueden pagarle a miles de
trabajadores públicos.
La sesión es la repercusión más reciente de la
colosal pesquisa por corrupción que ha llevado a la cárcel a muchos miembros de
la élite del país, como Marcelo Odebrecht, ex director general del gigante de
la construcción Odebrecht, y Eduardo Cunha, expresidente de la cámara baja que
cumple una sentencia de 15 años.
Una grabación supuestamente hecha en marzo salió a
la luz y en ella Temer parece apoyar que se mantuvieran los pagos a cambio del
silencio de Cunha, que se cree tiene información perjudicial sobre muchos
políticos.
Dentro de las investigaciones se reveló que Temer
habría orquestado una trama de sobornos en la que recibiría millones de dólares
por ayudar a JBS, una enorme empresa de empaquetado de carne, a resolver un
problema de negocios. Un excolaborador suyo fue detenido cuando llevaba una
maleta con 150.000 dólares, de los que buena parte habrían estado supuestamente
destinados a Temer.
“Para ser una gran nación, Brasil necesita un
presidente que sea honesto, cristiano y patriota”, dijo Jair Bolsonaro, que
aspira a la presidencia.
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