MANNY MACHADO ASPIRA A MUCHO EN EL 2018, QUE PODRÍA SER SU ÚLTIMA TEMPORADA EN ORIOLES
Manny Machado ya ha ganado dos Guantes de Oro, ha
asistido tres veces al Juego de Estrellas, ha terminado en tres ocasiones entre
los 10 primeros en la votación al premio Jugador Más Valioso de la Liga
Americana y ha conectado al menos 30 jonrones en cada una de las últimas tres
temporadas.
Sin embargo, a los 25 años, la joven estrella de los
Orioles comenzará esta temporada con mucho que demostrar.
Demostrar que puede defender el campocorto, la
posición que siempre ha querido defender, en el más alto nivel. Demostrar que
su cuerpo puede mantenerse sano tras dos cirugías de rodilla en la más exigente
de las posiciones del cuadro interior.
Demostrar que puede ser un líder de los Orioles en
la que será su última temporada antes de la agencia libre, y demostrar una vez
más que sus críticos estaban equivocados.
"Creo que en realidad hemos visto dos capítulos
de su vida", dijo el primera base de los Indios y cuñado de Machado, el
cubano Yonder Alonso. "Primero vimos sus años jóvenes, subir a las Grandes
Ligas a los 20, 21 años. Y ahora ves a alguien que ha evolucionado y entiende
que tiene que aprender de sus errores y mejorar. Está ayudando a estos
muchachos jóvenes a aprender de él. Es un pelotero especial y estoy emocionado
por lo que vamos a ver pronto".
Machado todavía odia ver los videos. Sus errores
allí, a la vista de todos. Son el recuerdo de un Machado más joven y volátil,
una combinación con la que se ganó una no muy deseada fama: joven, talentoso y
temperamental.
Estuvo el espectáculo del 2014 ante Oakland, cuando
Machado pensó que Josh Donaldson lo había tocado muy duro y, más adelante en la
serie, se vengó lanzando su bate hacia Donaldson en la tercera base. Aquello
causó que se vaciaran las bancas.
En junio del 2016, Machado se fue hasta el montículo
después de que el dominicano Yordana Ventura, el ya fallecido pitcher de los
Reales, lo golpease en la espalda con una recta de 99 millas por hora. Machado
lanzó un golpe, causando una reyerta, y fue expulsado del juego junto a
Ventura.
Alonso y Jon Jay, dos nativos de Miami que han
servido como mentores para Machado, se lo dejaron claro: Hay una forma correcta
de hacer las cosas y otra muy distinta es comportarse como él lo había hecho.
"Cuando pasó lo de Josh Donaldson, yo tenía una
cantidad de cosas pasando en mi vida y la rodilla todavía no estaba al
100%", dijo Machado. "Obviamente, no hay excusas para lo que hice,
pero ésas son cosas que la gente no ve en este lado del juego. La gente sólo
piensa, 'Ay, qué fácil la tienen (los peloteros), están ganando millones de
dólares'. Pero fue grandioso que ellos dos fuesen honestos conmigo y me
dijesen, 'Mira, así es cómo tienes que manejarlo la próxima vez. No te
enganches'.
"Lo que quiero decir es que soy un muchacho
joven. No fui a la universidad, ellos sí. Tuve que aprender mucho. Hay que ser
inteligente con las cosas que haces y las cosas que dices".
En ese sentido, la gente cercana a Machado afirma
que ha habido cambios sutiles en los últimos años. Ha entendido -gracias en
buena medida a gente como Alonso y Jay- que sus acciones y sus palabras tienen
consecuencias.
"Manny simplemente ha crecido como
persona", dijo Yainee, la esposa de Machado. "Esas cosas pasaron hace
mucho tiempo. Mientras se ha convertido en alguien con más experiencia, creo
que quiere ser más líder dentro del equipo. Quiere que los muchachos nuevos
sigan sus pasos, y quiere hacer las cosas de la manera correcta".
Las rodillas le molestan de vez en cuando, un
recordatorio de lo que Machado resume como "dos años terribles" de su
juventud. Pero también son el motor detrás del pelotero élite en el que se ha
convertido.
"Manny subió y se lesionó ahí mismo, y la gente
pensó que quizás no iba a ser el mismo jugador", dijo el segunda base de
los Orioles, Jonathan Schoop, uno de los mejores amigos de Machado.
"Demostró que estaban equivocados. Y le pasó con la otra rodilla. Siguió
demostrando que era capaz de regresar con más fuerzas.
"La gente estaba diciendo, 'Oh, bueno, ya lo
han operado dos veces de las rodillas. ¿Podrá volver a jugar pelota?'",
recordó Machado.
"Eso me motivó. Eso fue como un fuego para
llevarme al siguiente nivel. Nunca me olvidé de eso, porque me motiva que tanta
gente sea capaz de ver algo y juzgar automáticamente sin saber lo que está
pasando detrás de escena".
Fueron dos años duros de rehabilitación, de horas
dedicadas a regresar mejor que antes.
"Es duro, porque uno no sabe qué va a
pasar", dijo Yainee. "La gente está diciendo que tu carrera se acabó.
Lo importante es la gente que tienes a tu alrededor, el apoyo. Que te
recuerden, 'No, mira, tú podrás con esto. Eres joven. Quizás esto pasó para que
te conviertas en algo más'".
Machado se convirtió en uno de los mejores jugadores
en las Grandes Ligas. Tras volver de la rehabilitación, fue el único que
disputó los 162 juegos en el 2015, en la que fue convocado al Juego de
Estrellas, ganó su segundo Guante de Oro en la tercera base y terminó en el el
cuarto puesto en la votación del Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
La siguiente temporada, disputó 157 compromisos y
bateó
.294/.343/.533, además de establecer topes
personales con 37 jonrones y 96 anotadas.
"Aprendí desde el principio que nada es
regalado", dijo Machado. "Como me dice siempre mi mamá, 'Si te caes,
te levantas y sigues. No te puedes quedar sentado en el piso tumbado'. Sí, me
operaron dos veces. Sí, me dolió muchísimo. De vez en cuando me molestan las
rodillas, pero a todo el mundo en este juego le pasa eso con alguna parte de su
cuerpo. No puedes presumir que te vayan a regalar las cosas. Tienes que
trabajar por ellas".
Claro que lo ha pensado. En un invierno inundado por
rumores de cambio, Machado sabe que su tiempo en Baltimore podría estar cerca
del final.
Se espera que Machado consiga un contrato récord si
llega a la agencia libre. De ser ése el caso, le gustaría que los fanáticos de
los Orioles recordasen algunas cosas.
"Sólo que di todo lo que tenía. Di todo lo que
tenía por esta organización", dijo Machado. "Siempre estaré
agradecido por la oportunidad de subir aquí y jugar la tercera base (en el
2012). Obviamente no era mi posición natural, pero me dejaron subir y ser un
pelotero de Grandes Ligas. La razón por la que soy la persona que soy hoy son
ellos.
"Que me recuerden por mi forma de jugar. Juego
con mucha energía. Me gusta mucho sonreír. Recuerden mi sonrisa. Que me
recuerden por lo que he hecho en el terreno y por todo lo que me ha dado esta
organización".
"Una vez que lo conoces, ves que tiene un gran
corazón. Es bromista, tiene una gran personalidad y se preocupa mucho por los
demás", dijo Yainee. "Ama el béisbol, quiere a sus compañeros y su
trabajo, y eso es lo que lo motiva a ser mejor persona dentro y fuera del
terreno".
Por sobre todas las cosas este año, Manny Machado
quiere ganar. Es algo a lo que hace referencia con frecuencia, algo que
refrenda su familia. Si ésta será su última campaña en Baltimore, quiere que
sea algo especial.
"Como persona, se preocupa por hacerte
mejor", dijo Schoop. "Si siente que necesito hacer algo, como
calentar más antes de los juegos, se va a asegurar de que lo haga. Se preocupa
mucho por los demás. No sé cómo lo ve la gente, pero es distinto a lo que
aparenta".
"De verdad quiere ganar todos los juegos
posibles este año y ayudar a los más jóvenes", dijo Yainee. "Estoy
orgullosa de él. Todos lo estamos".
Y no está de más que esté ocupándose de más tareas
en el hogar.
Yainee se ríe. "Está sacando más la basura. Ha
mejorado en eso".
Y en muchas otras cosas.
Por BRITTANY GHIROLI/MLB.com
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