MOSCÚ (15 Julio 2018).- Francia hizo
valer su tremendo potencial físico y, a ratitos, el fútbol que tienen en sus
botas. Los ‘bleus’ sólo sufrieron mientras los croatas tuvieron fuerzas para
jugar su fútbol de control. Les hizo mucho daño anímicamente el gol del penalty
dudoso que cometió Iván Perisic, que había sido quien había logrado el 1-1 y
era el mejor de los suyos hasta entonces. Llegó en el peor momento, cuando
estaban poniendo en apuros a los hombres de Didier Deschamps que estaban
desconocidos en defensa y apenas si presionaban con orden.
Didier
Deschamps, de paso, confirmó la ’flor’, que quienes le conocen, aseguran que
tiene.Se convierte así, junto a Mario Zagalo y Franz Beckenbauer, en el
seleccionador que suma un título de campéon del mundo al que ya tenía como
futbolista, obtenido con los ‘bleus’.
El VAR determinante
Francia
logró irse al descanso con ventaja en el marcador (2-1), que tiene su mérito,
porque sólo disparó una vez a puerta, en el penalti dudoso que trasformó
Antoine Griezmann. El propio jugador francés había sacado un corner que Blaise
Matuidi remató de cabeza y pilló a Ivan Perisic bajando y el balón le dio en el
brazo. El colegiado argentino Néstor Pitana,tras consultar repetidamente las
imágenes, sancionó con pena máxima una jugada que primero no lo había hecho.
El otro
tanto de los ‘bleus’, el primero, fue obra de Mario Mandzukic en su propia
meta. El equipo de Didier Deschamps había protagonizado una primera mitad mucho
menos seria que lo visto anteriormente en lo que va de Copa del mundo. Mantuvo
su fútbol rácano, pero, en cambio, estuvo mucho menos seguro que en otros
partidos, con despistes de Benjamin Pavard y Samue Umtiti a los que los
croatas, sobre todo, Iván Perisic, les ganaba con facilidad la espalda. Sin que
el medio campo ayudara como en otras ocasiones.Hasta Ngolo Kanté que había
anulado a Lionel Messi o Eden Hazard, en este mundial, no podía con Luka
Modric.
Croacia
había empatado el partido en una jugada colectiva en que Iván Perisic remató
muy bien dentro del área pequeña, tras controlar el balón con una pierna y
disparar con su zurda. Era el 1-1 que igualaba el primer gol de los’bleus’ que
llegó tras el gol en propia meta de Mario Mandzukic (28’). En esa acción
Antoine Griezmann se tiró primero para forzar la falta, jugada en la que el VAR
por normativa no puede entrar al no ser ni expulsión ni gol. En la posterior
jugada en que marcó ‘Super Mario’ se pidió fuera de juego de Paul Pogba que,
sin embargo, estaba en línea. El francés empujó a un defensa croata, pero el
VAR decidió que no lo suficiente como para anular el gol.
La primera
parte se decidió, una vez más en este Mundial, en sendas jugadas a balón
parado. Croacia tuvo más el balón, remató más y jugó mejor. Aunque Francia
volvió a confirmar que en esta competición es la reina a balón parado, que
aprovechando sus escasas ocasiones, ha llegado al a final de la Copa del mundo.
Croacia no
se rinde
Tras e
descanso Croacia siguió jugando igual. Pudo marcar en una excelente jugada de
Iván Rakitic con gran asistencia a Ante Rebic, que remató fuerte. Hugo Lloris
lo salvó con una gran intervención a una mano, especialidad de la casa.Francia
contestó con un carrerón de Kylian Mbappé que conjuró Danijel Subasic. Los dos
porteros estuvieron providenciales.
Didier
Deschamps, consciente de que su media no estaba bien, sacó al otros días Ngolo
Kante para poner al sevillista Steven Nzonzi.Quería el técnico francés
recomponer su sistema defensivo que no frenaba a los croatas.
El equipo de
Zlatko Dalic empezó a notar las tres prórrogas que había disputado para llegar
a la final, trataba de imponerse más con corazón que otra cosas.
Y Francia no
perdonó. Aprovechó la situación para ampliar su ventaja con un gol de Paul
Pogba (59’). El jugador del Manchester United tuvo la suerte de que un rebote
en Lovren en su primer disparo le cayó de nuevo a sus pies y no perdonó.
Antoine Griezmann había controlado bien el balón tras otra jugada de Kylian
Mbappé que con espacio es terrible, letal.El joven crack del PSGA acabó su
faena logrando el último gol.
Francia
pareció dejar resuelto el partido con el gol de Kylian Mbappé (65’) desde fuera
del área, el segundo en el que Danijel Subasic pudo hacer algo más. Pero esta
Croacia es increíble, parece muerta y se levanta por la gran fe que tienen en
sus propias fuerzas. El habitualmente infalible Hugo Lloris cometió un fallo
impropio del mundial que estaba haciendo. Intentó regatear a Mario Mandzukic y
el delantero de la Juventus le arrebató el balón y en la misma jugada remató a
gol. El 4-2 relanzó el partido aunque sólo fuera un espejismo.
Los ‘bleus’
siguieron a lo suyo, a esperar atrás y buscar el contra golpe. Zlatko Dalic se
la jugó a la desperada colocando una defensa de tres, metiendo en el partido a
Marko Pjaca, en busca de una remotada muy complicada.
Los minutos
finales sobraron, hubiera sido mejor que el árbitro argentino Néstor Pitana, un
desastre, fueron un suplicio para una Croacia desencantada y tampoco lo
aprovechó Francia para ampliar el marcador. Los ‘bleus’ son campeones del
mundo, otra vez.
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