VECINOS DEL BRONX DENUNCIAN SEDE DE ESPIONAJE RUSO EN LA ZONA
NUEVA YORK (24 Julio 2018).- Un edificio
residencial blanco en Riverdale levanta sospechas entre los vecinos del Bronx.
La torre de
20 pisos en 355 West 255th St. es el hogar oficial de cientos de diplomáticos y
funcionarios administrativos que trabajan para la Misión Permanente de Rusia
ante las Naciones Unidas (ONU) y el Consulado de ese país en Nueva York.
El edificio
prefabricado fue construido por la Unión Soviética en 1974. Incluye
instalaciones deportivas y una escuela para los niños rusos. Todo rodeado por
afiladas rejas de seguridad.
Al otro lado
de la calle se encuentra una discreta casa de dos pisos que los residentes
creen que funciona como un puesto de mando del FBI, según New York Post.
“Cuando
tengo las ventanas abiertas, siento que Big Brother me está mirando”, dijo un
residente de 57 años. “También es una monstruosidad real y arruina nuestra
vista”.
En plena
Guerra Fría, EEUU y la Unión Soviética (URSS) tenían tensas y escasas
relaciones. Pero por ser un país miembro de la ONU, Nueva York debía hacer una
excepción.
Los
constructores y todos los materiales fueron importados de Rusia para minimizar
el riesgo de que la inteligencia estadounidense pudiera colocar dispositivos de
escucha o sabotear la construcción.
Aunque es un
misterio lo que sucede en un lugar al que muchos residentes locales se refieren
simplemente como “el complejo”, la mayoría asume que muchos de sus vecinos
rusos son espías.
De hecho,
apenas se asombraron por el arresto de la supuesta espía rusa María Butina en
Washington DC la semana pasada. Lo mismo sucedió con las acusaciones recientes
del Departamento de Justicia contra 12 ciudadanos rusos, por la investigación
del asesor especial Robert Mueller sobre la intromisión del presidente Vladimir
Putin en las presidenciales de 2016.
En marzo
pasado, el gobierno de Donald Trump expulsó a 60 rusos en represalia por el
envenenamiento de un ex espía ruso en Gran Bretaña. Doce de aquellos forzados a
dejar EEUU vivían en Nueva York. Previamente, en diciembre de 2016 el
presidente Barack Obama expulsó a 35 supuestos espías rusos en represalia por
lo que las agencias de espionaje estadounidenses dijeron que había sido la
interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales.
Muchos creen
que Riverdale ha sido durante mucho tiempo el epicentro de la intriga y el
espionaje rusos. El desertor soviético Arkady Shevchenko, ex asesor del
Ministerio de Asuntos Exteriores soviético que vivió en el edificio antes de
desertar a EEUU en 1978, señaló en su libro “Rompiendo con Moscú” que “el
edificio de apartamentos en Riverdale y la misión (están) llenos de antenas
para escuchar las conversaciones estadounidenses”.
El FBI no
respondió una solicitud de comentarios.
“Las únicas
personas a las que se les ha permitido ingresar son la policía, los bomberos y
los recolectores de basura”, dijo Beth Zakar, una diseñadora de joyas que vive
al otro lado de la calle del complejo diplomático ruso.
En 2015 el
FBI arrestó a Evgeny Buryakov, un ruso que vivía a unas cuadras de la torre
rusa en Riverdale. Fue acusado de tratar de reclutar estadounidenses comunes
para ayudarlo a conducir espionaje. Se comunicaba con el “centro de Moscú” a
través de los códigos de “una oficina segura” en Manhattan, según documentos
judiciales.
Buryakov,
cuyo nombre en clave era “Zhenya”, formaba parte de un trío de élite de agentes
de alto nivel con sede en Nueva York. Fue deportado después de declararse
culpable de trabajar como agente secreto en Rusia.
“Nadie sabe
qué sucede allí”, dijo Jane Reeder, una psicoterapeuta que ha vivido cerca del
complejo ruso durante 32 años. “Pasan junto a ti en la calle y nunca hay un
reconocimiento de que eres una persona”.
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