NUEVA ORLEANS NO BAJA LA GUARDIA ANTE LA TORMENTA TROPICAL BARRY
NUEVA
ORLEANS (14 Julio 2019).- Debilitada pero aún potente, la tormenta Barry inundó
la Costa del Golfo de México, aunque parecía improbable que golpeara Nueva
Orleans en su lento avance por la región.
Aun así, el
gobernador, John Bel Edwards, instó el sábado a los vecinos del sur de Luisiana
a mantenerse “atentos” y advirtió que el sistema aún podría causar inundaciones
desastrosas durante la noche en una amplia zona de la costa.
“A esta
tormenta todavía le queda mucho antes de salir de este estado”, dijo Edwards.
“No bajen la guardia”.
En
Mississippi ya habían caído hasta 3 pulgadas de agua en la zona de Jackson
antes del amanecer del domingo, y había más lluvia en camino. El Servicio
Meteorológico Nacional emitió un aviso por inundaciones repentinas para la
ciudad y algunos de sus suburbios.
Nueva
Orleans se había preparado para intensas lluvias el sábado, pero en su lugar
recibió chaparrones moderados intermitentes y momentos de sol.
Aunque Barry
seguirá descargando agua durante el resto del fin de semana, los meteorólogos
rebajaron las previsiones de lluvia para la ciudad hasta el domingo a entre de
2 a 4 pulgadas. Los expertos habían advertido antes de hasta 20 pulgadas de
lluvia en Nueva Orleans, planteando el temor a que las bombas de agua
reforzadas tras el huracán Katrina pudieran verse sobrecargadas.
Sin embargo,
era demasiado pronto para decir con certeza que Nueva Orleans fuera a librarse,
advirtió el experto del Servicio Meteorológico Nacional Robert Ricks. “Estamos
en torno a la mitad de la maratón ahora mismo”, explicó el sábado por la noche.
Los aguaceros podrían concentrarse durante la noche en una amplia zona con el
centro en Lafayette, explicó. La ciudad se encuentra unos 120 millas al oeste
de Nueva Orleans.
Las
autoridades intentaban rescatar a una familia de cinco miembros atrapada por
las aguas en Franklin, en el sur de Luisiana, según KTBS-TV. La Guardia
Nacional tuvo que detener su misión de rescate inicial porque el agua había
subido demasiado para llegar de forma segura a la vivienda de la familia.
Franklin está unos 64 kilómetros (40 millas) al sureste de Lafayette.
En otras
zonas de Luisiana el sábado, Barry inundó autopistas, obligó a la gente a
trepar a sus tejados y arrojó intensas lluvias tras tocar tierra cerca de
Intracoastal City, unos 160 millas al oeste de Nueva Orleans. También Alabama y
Mississippi sufrieron chaparrones.
Tras
convertirse brevemente en huracán de categoría 1, el sistema se debilitó a
tormenta tropical, según el Centro Nacional de Huracanes. Para el domingo de
madrugada, sus vientos sostenidos máximos habían remitido a 45 millas por hora.
En
Mandeville, una ciudad cerca de Nueva Orleans en la costa norte del lago
Pontchartrain, enfrente de Nueva Orleans, la marejada y el viento hicieron que
el agua superara los diques y se adentrara en zonas urbanas. Decenas de
personas vadeaban zonas inundadas con el agua por la rodilla para mirar las
agitadas olas.
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