MADRID.- Olvidar repetidamente a los
45 años dónde se dejan las llaves del coche o tener que leer varias veces un
texto para comprenderlo suele achacarse al estrés por el trabajo, a la falta de
sueño, al ritmo de vida frenético. Pero también pueden ser los primeros
síntomas de un deterioro cognitivo que, a la larga, puede desembocar en
demencia o Alzheimer, según ha comprobado una nueva investigación.
Aunque todas las pruebas para
detectar la demencia y estudiar el daño cognitivo se centran en personas a
partir de los 60 años, unos científicos del Centro de Investigación en
Epidemiología y Salud Pública de Francia y de la Universidad College
de Londres, apuntan que estas pérdidas de funciones cerebrales empiezan antes y
argumentan que "comprender la evolución cognitiva a medida que se cumplen
años es uno de los retos de este siglo", por las implicaciones médicas que
tiene.
Para llegar a afirmar que el
cerebro empieza a envejecer a los 45, los autores analizaron durante una década
a 5.198 hombres y 2.192 mujeres con edades comprendidas entre los 45 y los 70
años. Durante el periodo de estudio evaluaron a los participantes para medir su
memoria, su vocabulario y sus habilidades de comprensión visual, así como su
destreza en pruebas de escritura y de semántica. Los dividieron por grupos de
edades entre los 45-49 años; 50-54; 55-59; 60-64 y 65-70.
Los resultados, que se
publican en la revista 'British Medical Journal', revelan que el deterioro
cognitivo fue visible en todos los grupos y en todas las categorías (memoria,
razonamiento, semántica y comprensión) salvo en el vocabulario, que parece que
está poco influido por la edad. Asimismo se vio que cuanto mayor es la personas
peor funciona el cerebro.
En los varones de entre 45 y
49 años, el deterioro en el razonamiento a lo largo de la década fue de un
3,6%, mientras que para los más mayores, los de 65-70 años fue del 9,6%. En las
mujeres los porcentajes son del 3,6% y del 7,4%, respectivamente.
Hacia un diagnóstico muy
precoz
Archana Singh-Manoux,
firmante del trabajo, declara que "haber logrado esta evidencia que
muestra que existe deterioro cognitivo antes de los 60 años tiene importantes
implicaciones y demuestra la necesidad de promover estilos de vida saludables,
particularmente en cuanto a lo que el corazón se refiere".
Los autores destacan que
"los pacientes que presentan algún factor de riesgo de enfermedad
cardiovascular (obesidad, colesterol alto, etc.) deberían cuidarse, no sólo
para salvaguardar su corazón, sino también para prevenir una demencia
posterior".
Se sabe que cuando aparecen
los síntomas de la demencia son el resultado de un largo proceso de deterioro
cognitivo que ha podido durar 20 o 30 años. A pesar de que se ha realizado
mucha investigación en los métodos diagnósticos, aún no se han descubierto los
biomarcadores o los perfiles cognitivos que muestren claramente el desarrollo
de demencia. Sin embargo, sí que existen suficientes estudios que demuestran la
relación entre los factores de riesgo cardiovascular y las posibilidades de
desarrollar demencia. De ahí, la importancia de un estilo de vida sano.
En un editorial que acompaña
al estudio, Francine Grodstein, del Departamento de Medicina del Hospital
Brigham and Women de Boston (EEUU) afirma que este hallazgo "tendrá
profundas consecuencias para la prevención de la demencia. Hasta ahora no
existe cura para este trastorno pero se sabe que lo más efectivo es
diagnosticarla y tratarla cuanto antes". Por eso, a raíz de este estudio,
las pruebas para detectar el deterioro cognitivo "deberían realizarse a
partir de los 45 años".
Además indica que
"estamos entrando en una nueva era de investigación y prevención en la que
se abre una esperanza de identificar maneras para intervenir antes en el
desarrollo de la enfermedad".
Por ISABEL F. LANTIGUA/El Mundo
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