En Día de La Altagracia, Obispo llama a clase política a discurso moderado y constructivo

HIGÜEY, La Altagracia.- Cuando falta un cuatrimestre en que la población dominicana escogerá su Mandatario y Vicemandatario, en una misa concelebrada, el obispo de diócesis de La Altagracia, Nicanor Peña, llamó este Día de La Altagracia a la clase política a cambiar su discurso agresivo por uno moderado y constructivo.

El Prelado habló ante el presidente dominicano Leonel Fernández, al oficiar la misa por el día de Nuestra Señora de la Altagracia en la Basílica de Higüey, en presencia del presidente Leonel Fernández, la primera dama Margarita Cedeño y funcionarios.

La Vírgen de La Altagracia es la madre y potrona espiritual de la República Dominicana.

Un aspecto de la misa concelebrada
Peña agregó que además de la crisis económica y financiera que hay, el mundo actual está afectado de una crisis moral “que se ha metido en el alma nacional”.

Durante la homilía, el religioso condenó la violencia contra la mujer, la corrupción y la mediocridad de los políticos.

Asistentes

El presidente Fernández y Margarita Cedeño encabezaron  los actos litúrgicos celebrados en Higüey, municipio de la región Este del país en ocasión del Día de la Virgen de la Altagracia, Madre Espiritual y Protectora del pueblo dominicano.

A su llegada a la Basílica, el Mandatario recibió los honores militares de estilo, compuestos por una salva de 21 cañonazos, en tanto que la banda de música del Primer Regimiento de la Guardia Presidencial interpretó las notas del Himno Nacional.

Posteriormente, el mandatario y la Primera Dama, así como los funcionarios presentes, pasaron a rendir tributo a la imagen de la Virgen de La Altagracia, en el interior del santuario.

Al término de la celebración, las autoridades religiosas procedieron a saludar al mandatario, a su esposa y funcionarios que les acompañaban.

En el acto estuvieron además, los ministros de las Fuerzas Armadas, Joaquín Virgilio Pérez Feliz; de Obras Públicas, Víctor Día Rúa; de Educación Superior, Ligia Amada Melo, así como el procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña.

Finalizado el oficio religioso, el Presidente y su comitiva participaron en un almuerzo que ofreció el obispo de La Altagracia en su residencia.

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