BUENOS AIRES.- En los últimos
tiempos la pareja peleaba constantemente, por lo que nadie se sorprendió
demasiado cuando Susana Freydoz confesó ser la autora del disparo que dio
muerte a su esposo. "No quise hacerlo. No era mi intención...",
murmuró la esposa de Carlos Soria, gobernador de la provincia de Río Negro, al
prestar declaración ante el juez.
La tragedia ocurrió en la
madrugada del domingo, poco después de que el matrimonio festejara el año nuevo
en la finca de su propiedad, en General Roca, a unos 1.350 kilómetros
al sur de Buenos Aires.
Luego de despedir a su hija
menor, María Emilia y a su novio Mariano con quienes habían cenado, los esposos
se retiraron a su dormitorio donde mantuvieron una acalorada discusión.
"A eso de las 3 (de la
noche) escuchamos un fuerte estampido y nos extrañó que a esas horas la gente
siguiera lanzando fuegos artificiales. Pero no pensamos que se tratara de un
disparo y menos que alguien hubiese disparado en la casa del gobernador",
comentó un vecino a la prensa local. Otros habitantes de la zona se declararon
sorprendidos de que el vicegobernador, Alberto Weretilneck, informase a una
radio local que la muerte de Soria se debió a "un accidente doméstico con
arma fuego", cuando aún se desconocía el resultado de las primeras
pericias.
Susana Freydoz se hallaba en
estado de 'shock' y fuertemente sedada, cuando reconoció que fue ella la que
disparó la pistola calibre 38. Según parece, el presidente del Tribunal Supremo
de Río Negro, Víctor Sodero Nievas, autorizó que se hiciera pública su
confesión para detener la ola de rumores que se desató en torno al matrimonio.
"En términos de probabilidad la causa está cerrada en un 70%. Entendemos
que mañana (miércoles), con los testimonios recogidos y las pruebas de la
escena del crimen, habremos superado la etapa de las sospechas", indicó
Sodero Nievas.
A su vez, Pablo Chirinos, el
juez que instruye la causa, señaló que "todos los testimonios concuerdan
en reconocer que hubo intensas discusiones matrimoniales y en que el
enfrentamiento final es el que terminó en homicidio".
Uno de los rumores que
circulaban por aquella región de la Patagonia era que Susana Freydoz seguramente
actuó en defensa propia, pues su esposo se había vuelto irascible desde que
lanzó su campaña para gobernador, a mediados del 2011. Otros decían que era la
mujer quien hostigaba al candidato. De cualquier forma, más de una vez el
matrimonio ventiló sus discrepancias en público.
En septiembre del 2011, el
periodista Horacio Verbitsky describió a Carlos Soria como "uno de los personajes
más oscuros de la década menemista-duhaldista", en referencia al período
en que Carlos Menem y luego Eduardo Duhalde gobernaron al país. En el 2002, la
actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner denunció que Soria, por
entonces jefe del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE) espiaba a su
marido Néstor Kirchner. Más tarde, Soria se convirtió en uno de los más firmes
aliados de los Kirchner en la
Patagonia y fue así como obtuvo el respaldo de aquellos para
su candidatura.
En los años 90, el político
rionegrino fue fotografiado compartiendo una cena con el criminal de guerra
nazi Erich Priebke, quien antes de ser extraditado a Italia residía en
Bariloche, una ciudad del sur de Argentina. Carlos Soria atribuyó esa foto a
una maniobra sucia de sus rivales del partido Unión Cívica Radical (UCR).
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