BEIRUT.- Las fuerzas de seguridad de Bashar Asad los arrestaron y después los ejecutaron a balazos. Sus 17 cadáveres fueron hallados por activistas sirios en Hama, la misma ciudad donde hace tres décadas el padre del dictador mató a miles de personas al aplastar una revuelta islamista.
Las muertes tuvieron lugar esta misma semana en la citada localidad de mayoría suní, escenario de la masacre ordenada por Hafez Asad en 1982.
"Fueron asesinados al modo de una ejecución, en su mayoría con un tiro en la cabeza", explicó el activista Abu al Walid a Reuters. "Dejaron las cadenas de hierro en sus piernas como un mensaje a la población para que desistan de la resistencia", dijo.
Otro activista añadió que los cuerpos, con las manos atadas con cables de plástico y algunos con las piernas encadenadas, fueron abandonados en las calles de cinco barrios diferentes de Hama el pasado jueves por la noche.
Otra víctima infantil
Mientras tanto, en la ciudad de Quwaira las fuerzas de seguridad lanzaron fuego de mortero y mataron a un niño este sábado, de acuerdo con fuentes opositoras al régimen.
En la misma zona ardió un oleoducto al amanecer. Está pendiente de aclarar si el incidente fue obra de saboteadores o consecuencia de los disparos de las fuerzas de Asad.
También se produjeron choques en otras regiones. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, los militares mataron a un hombre en la provincia sureña de Deraa y a otro en un puesto de control en Harasta, cerca de Damasco.
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