WASHINGTON.- El apartamento
de James Holmes, autor de los disparos que mataron a 12 personas y dejaron casi
60 heridos en la ciudad de Aurora, un suburbio de Denver, es una trampa lleva
de explosivos que los efectivos de seguridad tratarán de desactivar con
detonaciones controladas en unas horas con la ayuda de un robot, según fuentes policiales.
A última hora del viernes, la
policía de Aurora determinó que no se puede desactivar. la serie de trampas
explosivas y detonadores instalados en el piso de Holmes Ahora planea volar los
dispositivos en lugar de tratar de desactivarlos, algo que se intentará hacer a
lo largo del sábado.
James Holmes
Antes de llevar a cabo
cualquier detonación, que es probable sea limitada, la policía va a cerrar al
tráfico las calles cercanas. El edificio de apartamentos, así como varios
edificios cercanos, permanecen desalojados por precaución.
Una trampa
James Holmes había instalado
un potente equipo de audio en su apartamento que se encendía con un
temporizador, comentó una fuente cercana a la investigación,. De hecho, ya por
la noche saltó el dispositivo y se pudo escuchar durante la noche música a todo
volumen procedente del piso.
"Parece que lo que ha
activado la música es un temporizador", comentó dicha fuente. "Al
estar a un volumen tan alto, alguien podría tratar de entrar y activar
eventualmente los artefactos explosivos".
La policía controla desde la
madrugada del viernes el edicicio de apartamentos en donde vivía el asesino, a
seis kilómetros de los cines en donde abrió fuego en una sala de cine.
Precaución
El jefe de policía de Aurora,
Daniel Oates, consideró que "el apartamento es una trampa explosiva".
"Estamos tratando de determinar la forma de desarmar a los materiales
inflamables o explosivos, afirmó, y auguró: "Podríamos estar aquí durante
horas o días". Oates calificó las imágenes obtenidas del interior del
apartamento como "inquietantes". "Parece muy sofisticado".
Una unidad de fuerzas
especiales entró con gran cautela por las ventanas del apartamento, ayudados
por cámaras de fibra óptica, en la tercera planta de un edificio, tras la
confesión de Holmes. Allí encontraron "dispositivos incendiarios, algunos
elementos químicos conectados con toda clase de cables". "No es algo
que haya visto antes", explicó Oates.
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