Aparte de Hamilton, que ha ganado dos de las tres
últimas carreras, en Hungría y Monza, Alonso tendrá por delante en la parrilla
a la sorpresa del día Pastor Maldonado (Williams), a Sebastian Vettel (Red
Bull) y a Jenson Button (McLaren). La quinta pole del año para Hamilton es
quizá la más importante en un circuito bacheado donde es difícil adelantar y
que somete a los pilotos al mayor castigo físico del calendario.
El calor y la humedad tropical de Singapur se suman
a la exigencia de conducir el coche al límite para evitar los muros. Todo
durante una de las carreras más largas, de casi dos horas de duración, donde
los errores no se pagan con una salida de pista, sino con el abandono.
"Hemos mejorado con respeto a la última carrera", aseguró Hamilton
tras la clasificación. "Es un circuito increíblemente duro. Trataré de
escaparme desde el principio".
Vettel se mostró decepcionado con su tercer puesto,
después de haber liderado las tres sesiones de entrenamientos libres. Para los
rezagados queda el consuelo de que Singapur es una carrera que suele deparar
sorpresas. La conducción junto a los muros provoca accidentes y no es raro que
el coche de seguridad trastoque los planes de las escuderías.
Alonso ha ganado dos de las cuatro ediciones del GP
de Singapur disputadas (2008 y 2010), prueba de que Marina Bay suele premiar,
por encima de todo, a los pilotos más consistentes. El asturiano, sin embargo,
se mostraba poco optimista de cara a la carrera de mañana en vista de las
diferencias, sobre todo con respecto a los McLaren. "Hemos tenido
problemas todo el fin de semana. Quinto era lo máximo que podíamos hacer.
McLaren y Red Bull son inalcanzables para nosotros. Lo mejor es que salimos por
la parte limpia del circuito", dijo.
El compañero del doble campeón del mundo en Ferrari,
Felipe Massa, no pasó de la Q2 y saldrá en el puesto decimotercero. El español
Pedro de la Rosa se clasificó último, cerca de cinco segundo más lento que
Hamilton.
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