El cantautor y guitarrista puertorriqueño José Feliciano fue ovacionado por una multitud de cerca de 40,000 espectadores en el AT&T Park de San Francisco, donde interpretó su versión del himno estadounidense, The Star Spangled Banner, antes del primer encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional entre los Cardenales de San Luis y los Gigantes de San Francisco.
Sin embargo, hace 44 años, el lareño causó controversia y a la vez cambió la manera en que se interpreta el himno estadounidense cuando en Detroit, antes del quinto partido de la Serie Mundial de 1968 entre los mismos Cardenales y los Tigres, se acompañó con su guitarra para ofrecer una versión más lenta, con un tinte de 'blues' y una entonación pletórica de sentimiento.
En el 1968, con Estados Unidos inmerso movimientos de derechos civiles y de protestas por la Guerra de Vietnam, el que Feliciano, de 22 años aquel día, no interpretara el himno como fue escrito originalmente fue visto como una afrenta que le costó al puertorriqueño -según reveló en entrevistas anteriores- que su música no fuera tocada en la radio y que se le cancelaran contratos.
Tras su interpretación, el cuadro de la telecadena NBC, que transmitió el partido, se congestionó de llamadas de televidente indigandos, incluso veteranos de guerra que consideraban que consideraron el acto antipatriótico y ofensa a la badera estadounidense.
Hubo quien sugirió que Feliciano fuese deportado a su país de origen, sin saber que los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses.
El 'atrevimiento' de Feliciano, sin embargo, abrió la puerta para que cientos de artistas e invitados a cantar el himno nacional personalicen y le impriman su estilo.
"Me sentí mal en cuanto a la controversia porque dejaron de tocar mis canciones en las estaciones de radio de Estados Unidos", le dijo Feliciano ayer al USA Today. "Pero no hice nada malo. Ahora todo el mundo canta el himno nacional de la manera que quieren".
Feliciano volvió a cantar su versión antes de un juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 2003 y, en el 2001, antes del primer juego de Grandes Ligas que se celebró en Puerto Rico entre Texas y Toronto.
Como para cerrar un ciclo, Feliciano volvió a cantar el himno el 6 de septiembre de 2008 en el mismo AT&T Park, cuando fue develada la estatua de Orlando ‘Peruchín’ Cepeda, quien jugó para los Cardenales y estuvo en el Tiger Stadium de Detroit aquella tarde de 1968 y, para la ceremonia, solicitó su presencia 40 años después.
El tiempo pareció darle la razón a Feliciano, quien a sus 66 años, y ataviado con un abrigo de los Gigantes, repitió su más polémica interpretación ayer, que 44 años después fue aprobada con una electrificante respuesta de los aficionados.
Fuente ENDI.COM
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