En su discurso de victoria en las elecciones
presidenciales de 2012 en Estados Unidos, el demócrata Barack Obama agradeció a
sus seguidores desde un escenario en Chicago.
“Esta noche ustedes, el pueblo estadounidense, nos
recordó que a pesar que el camino ha sido duro y largo, nos hemos levantado y
volvimos a luchar. Sabemos de corazón que para los Estados Unidos aún falta lo
mejor”, declaró ante la exaltada multitud que ondeaba banderas y aplaudía.
“Ustedes reafirmaron el espíritu que ha ganado sobre
la guerra y la depresión, el espíritu que elevó a este país a la esperanza.
Somos una familia estadounidense y nos elevamos todos juntos como un solo
pueblo”, dijo Obama.
El Presidente de los Estados Unidos consiguió los
270 votos del Colegio Electoral necesarios para renovar su período y continuar
en el gobierno hasta 2016.
“Nuestra economía se está recuperando, una década de
guerra se está terminando y ya sea que yo haya ganado su voto o no, los he
escuchado y aprendí de ustedes. Y con sus historias yo he vuelto a la Casa
Blanca más determinado sobre el futuro que tenemos que lograr”, explicó entre
ovaciones.
“Esta noche votaron a favor de la acción, nos
eligieron para centrarnos en sus empleos y no en los nuestros. Estoy ansioso de
trabajar con los líderes de ambos partidos para reducir el déficit, reformar el
código fiscal y de inmigración”, agregó el mandatario demócrata.
Barack Obama mantuvo una campaña muy pareja con el
líder republicano Mitt Romney, quien finalmente fue derrotado por una mínima
diferencia y produjo una segunda caída consecutiva de su partido frente al
bloque gobernante.
“Romney y yo luchamos fieramente pero sólo lo
hicimos porque amamos este país y nos importa mucho su futuro –declaró Obama-.
Estoy deseoso de sentarme con él en las próximas semanas para hablar como
podemos trabajar juntos y ver cómo podemos mover a este país”.
Por último, acompañado en el escenario por su
familia desde el inicio del acto, agradeció el apoyo de su esposa Michelle. “No
sería el hombre que soy sin la mujer que acordó casarse conmigo, quiero decir
esto públicamente: nunca te he querido más. Los EEUU se enamoraron de ti también,
estoy orgulloso”, dijo.
“A pesar de todas nuestras diferencias, compartimos
ciertas esperanzas. Queremos que nuestros hijos crezcan en un país que cumpla
con su legado como líder mundial de innovación, que no tenga deudas, que no sea
débil por la desigualdad, por un planeta sin calentamiento. Un país admirado
por todo el mundo, defendido por el ejercito más fuerte y las mejores tropas,
pero también un país que se mueve con confianza para forjar la paz”, defendió
el presidente de los Estados Unidos.
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