SANTO DOMINGO.- El presentador y productor de televisión Franklin Barazarte, que provocó quemaduras en la cara al ilusionista estadounidense Wayne Houchin, se entregó a la fiscalía dominicana y confía en que será liberado en espera del comienzo del juicio, informó hoy su abogado.
"Vamos a demostrar que (Barazarte) tiene la intención de enfrentar la justicia", dijo a The Associated Press el abogado Teobaldo Durán.
Durán precisó que su cliente, que se encontraba en Nueva York, regresó a República Dominicana el domingo, y se entregó de forma voluntaria a la fiscalía de Santo Domingo, que inmediatamente ordenó su arresto.
Un juez había emitido la semana anterior una orden de arresto contra Barazarte debido a la querella presentada por el mago estadounidense, quien lo acusa de atacarlo criminalmente.
Durán explicó que su cliente no atacó de manera intencional al ilusionista durante la grabación del programa "Acércate a los Astros", sino que se trató de un accidente.
Barazarte, venezolano nacionalizado dominicano, provocó quemaduras en el rostro, frente, una oreja y mano derecha a Houchin cuando le vertió en la cabeza un líquido flameado a manera de ritual durante la grabación del programa el pasado 26 de noviembre.
"Fue un ataque" en el que el que Barazarte "deliberadamente arrojó el líquido en mi cabeza y en mi cara y luego me empujó", insistió Houchin, originario de Chico, California, en conferencia de prensa celebrada con sus abogados el pasado 5 de diciembre en Santo Domingo.
Al día siguiente el mago acudió a una audiencia preliminar con juez para rendir su declaración oficial antes de volver a Estados Unidos.
Un video tomado con un celular y difundido por el equipo de Houchin a través de internet muestra el momento en el que la llama se enciende en la cabeza del ilusionista cuando Barazarte le vierte el líquido con las manos.
Barazarte había explicado por teléfono a The Associated Press desde Nueva York que colocó agua de colonia Agua de Florida flameada sobre la cabeza de Houchin como "una especie de bendición".
"Fue una demostración en un marco mágico religioso que me salió mal", había insistido Barazarte, quien además de producir el programa ofrece terapias de sanación alternativas.
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