NUEVA YORK.- A una semana de la muerte aplastado del dominicanoVíctor Victorino, creen los halagos hacia el fallecido.
Victorino halló la muerte cuando una camioneta cayó de unos seis pies de altura y lo pilló en el estacionamiento donde trabajaba en el bajo Manhattan.
El quisqueyano era el encargado de manejar el dispositivo de elevación de los vehículos de un garaje, localizado entre las calles Barclay y Church.
Clientes del garaje lo describen aún después de muerto como una de las personas “más amables del mundo”.
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