MELBOURNE, Australia.- El suizo Roger Federer sumó
hoy una nueva victoria plena de solidez para avanzar a los cuartos de final del
Abierto de tenis de Australia.
Número dos del mundo y cuatro veces campeón del
torneo, Federer batió al canadiense Milos Raonic por 6-4, 7-6 (7-4) y 6-2 en un
partido de 113 minutos en el que su rival defraudó.
"Estaba fresco y eso quizás me ayudó",
analizó Federer antes de bromear: "¡Y tuve buenos reflejos!".
"Milos es un gran talento, tiene un gran
futuro, era un partido importante para mí, un desafío", añadió el suizo,
amable con el décimo quinto del ranking mundial, que no lo exigió como se
esperaba.
Porque la noche de Melbourne prometía un duelo con
chispas, un partido en el que el veterano y exitosísimo suizo de 31 años debía
sufrir hasta el límite con el joven y ascendente canadiense de 22.
Pero no hubo nada de eso, y Federer jugará el
miércoles ante el francés Jo-Wilfried Tsonga buscando un lugar en las
semifinales del primer Grand Slam del año. El suizo amplió a 35 su récord de
cuartos de final consecutivos en torneos de Grand Slam.
No se divirtió Raonic, que había llevado al límite a
Federer las tres veces anteriores que lo enfrentó, pero hoy, quizás intimidado
por el imponente escenario que es el Rod Laver Arena, quizás demasiado presionado
por demostrar que ya está en condiciones de dar un gran golpe, defraudó.
Su mejor arma, el servicio, no le funcionó al
canadiense nacido en Montenegro en la medida que necesitaba. Convirtió 19 aces,
sí, pero el primer servicio no lo ayudó cuando más lo necesitaba y, sobre todo,
falló groseramente con sus golpes de fondo, que fueron un concierto de errores.
Así, una doble falta dejó a Raonic set point abajo,
y una subida con demora a la red derivó en que dejara la pelota en la red para
ceder el set inicial por 6-4.
Federer, vistiendo las zapatillas con cordones rosas
que siguen siendo comentario en Australia, tuvo algunas dificultades más en el
segundo set, en el que le costó leer el servicio de rival, pero en el tie
break, como acostumbra, no defraudó: con una derecha paralela se llevó el
segundo parcial y Raonic, abrumado, se hundió.
Treinta y cinco minutos más tarde otra derecha
paralela contundente le dio el triunfo a Federer, que continúa así en la
búsqueda de hacer crecer su récord más valioso: lleva 17 títulos de Grand Slam
y quiere el décimo octavo.
Tan confiado y relajado estaba Federer tras el
partido, que se permitió varias bromas con su entrevistador, el ex número uno
Jim Courier. El tema fue la camiseta con detalles rosados que vistió hoy el
suizo. ¿Por qué volviste a vestirla? La respuesta fue inesperada, escasamente
"federiana".
"Me la puse porque mis grandes músculos tienen
que mantenerse calientes. En especial mi brazo izquierdo, que impresiona,
asusta al rival".
Murray-Chardy,
en cuartos
El británico Andy Murray se ha metido en cuartos de
final tras derrotar al francés Gilles Simon en tres fáciles sets, 6-3,6-1,6-3,
y se verá las caras con otro galo, Jeremy Chardy, en la antepenúltima ronda del
Open de Australia.
Murray solventó su cruce de octavos de final con
facilidad, ante un Simon que acusó el cansancio físico de su maratonaino
partido de dieciseisavos, ante Gael Monfils, que se acercó a las cinco horas de
duración.
El rival del escocés en cuartos será Jeremy Chardy,
que eliminó a Seppi en cuatro sets, 5-7 6-3 6-2 6-2, y que alcanza esta ronda
por primera vez en su carrera en el Abierto de Australia.
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