MIAMI, Arizona.- Erick Aybar dio el hit de oro por
República Dominicana, pero la fanaticada es el cuarto bate del equipo en el
Clásico Mundial de Béisbol.
En medio de un ensordecedor ruido de miles de
dominicanos y con la pizarra 1-1, Aybar entró como emergente en la novena
entrada e impulsó el jueves la carrera decisiva para vencer por 3-1 a Estados
Unidos y avanzar a las semifinales del torneo.
José Reyes agregó un sencillo que produjo la tercera
raya y Dominicana selló su boleto a San Francisco, donde esperan Holanda y
Japón. Estados Unidos y Puerto Rico jugarán el viernes por el último pasaje.
"Sin duda es el mejor ambiente en el que he
jugado", comentó el jardinero dominicano Nelson Cruz, quien abrió la
novena con un doble ante el taponero Craig Kimbrel y anotó con el batazo de
Aybar. "La atmósfera y los fanáticos le dieron un toque extra de emoción
al partido, y definitivamente gracias a ellos tuvimos ese empuje para jugar de
esta forma".
El partido fue un clásico duelo monticular hasta que
Kimbrel se desmoronó en la novena. Cruz lo recibió con doblete, Carlos Santana
fue out con rola al cuadro que permitió al corredor avanzar, y Aybar bateó por
Ricardo Nanita para remolcar al toletero de los Rangers de Texas. Kimbrel
abanicó a Alejandro De Aza, pero Aybar se robó segunda y Reyes empalmó una
línea al derecho que redondeó el resultado.
"En el inning anterior yo le dije a Erick,
`prepárate para ganar este partido'", relató el manager Tony Peña.
Fernando Rodney lanzó la novena y consiguió su
cuarto rescate del torneo, para desatar un carnaval en las gradas y luego en
los alrededores del Marlins Park en la Pequeña Habana, una de las zonas de
mayor concentración de dominicanos en Miami.
"Ver la fanaticada, ver todas la banderas de
República Dominicana en las gradas, eso nos daba un ímpetu mayor", comentó
Peña, quien comparó el ambiente con un duelo de pelota invernal entre los
clásicos rivales dominicanos Tigres del Licey y Aguilas Cibaeñas.
El abridor dominicano Samuel Deduno tuvo cierta
dificultad para ubicar sus lanzamientos en el primer inning, pero después
controló a la alineación estadounidense. Brandon Phillips, Joe Mauer y
Giancarlo Stanton batearon sencillos y, con dos outs, Eric Hosmer recibió
boleto que produjo la carrera de caballito.
Dominicana no tardó en responder, y Hanley Ramírez
empató en la segunda con un titánico jonrón por el jardín izquierdo frente al
abridor norteamericano R.A. Dickey.
Deduno ponchó a siete y permitió cinco hits en
cuatro entradas, mientras que Dickey admitió la misma cifra de inatrapables en
cinco episodios, con cuatro abanicados y un pasaporte.
Los relevos fueron igual de efectivos y no dieron
libertades. Kelvin Herrera (2), Octavio Dotel (1), Pedro Strop (1) y Rodney (1)
sumaron cinco entradas perfectas por los dominicanos, mientras que los
estadounidenses Luke Gregerson (1), Tim Collins (0.2) y Steve Cishnek (1.1)
mantuvieron a raya los bates quisqueyanos hasta la novena.
Strop (3-0) consiguió su tercer triunfo del
campeonato y Kimbrel (0-1) cargó con el revés.
"Le ganaron a nuestro cerrador. No hay mucho
que decir, sólo sacarse el sombrero", comentó el dirigente estadounidense
Joe Torre. "Gran pitcheo de ambas partes,".
Dominicana juega el sábado con el ganador de Estados
Unidos-Puerto Rico para definir los puestos de la zona rumbo a las semifinales.
Los dominicanos perdieron las semifinales de 2006
ante Cuba, y en 2009 no superaron la primera ronda.
Torre anunció que Ryan Vogelsong abrirá el viernes
contra los boricuas.
"Ya he pasado por esto un par de veces en los
playoffs", recordó el abridor que ganó la Serie Mundial de 2012 con los
Gigantes de San Francisco. "No es como que sea algo nuevo para mí".
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