BRASILIA.- La Fiscalía de Brasilia ha pedido a la
Policía Federal la apertura de una investigación para aclarar las acusaciones
contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y su ministro de
Economía Antonio Palocci, lanzadas por el empresario Marcos Valerio, condenado
a 40 años de cárcel como organizador de la red del llamado caso mensalão, el
asunto de corrupción política más grave de la historia reciente de Brasil.
Valerio declaró en septiembre pasado al Fiscal
General de la República, Roberto Gurgel, que Lula había sido el mediador de un
transferencia de siete millones de reales (3,4 millones de dólares) realizada
por un proveedor de Portugal Telecom en Macao (China) para el Partido de los
Trabajadores (PT). Ese dinero habría servido supuestamente para pagar las
deudas del partido del expresidente contraídas en la campaña presidencial que
le dio la victoria en 2002. El dinero habría entrado en Brasil a través de cuentas
de varios jefes de imagen del partido.
Es la primera vez que se abre un proceso para
investigar la posible participación directa de Lula en el caso mensalão, en el
que fueron condenados algunos miembros de la cúpula del PT de entonces,
empezando por el exministro, José Dirceu, brazo derecho de Lula en su primer
Gobierno, que fue sentenciado a diez años de cárcel como creador del esquema de
corrupción.
Valerio afirma que Lula se habría encontrado con
Miguel Horta, entonces presidente de Portugal Telecom, para negociar la
operación. Horta siempre negó tales acusaciones. La transacción estaría
relacionada con un viaje que Valerio hizo a Portugal en 2005. El episodio fue
usado en el juicio del caso mensalão que se desarrolló en el Supremo como una
prueba de la influencia de Valerio en las operaciones financieras relacionadas
con el PT.
Valerio hizo las acusaciones contra Lula cuando el
caso mensalão ya estaba en el Supremo y el Fiscal prefirió no introducirlas en
ese proceso. Sólo cuando concluyó el caso en el alto tribunal, Gurgel envió las
nuevas acusaciones a la Fiscalía de Brasilia, que ahora ha pedido que se abra
la investigación.
Según fuentes conocedoras de la declaración de
Valerio, Lula y Palocci se habrían reunido en el palacio de la Presidencia en
Brasilia con Horta para organizar la operación. El exministro Palocci ha negado
rotundamente que hubiese habido tal reunión.
Lula no había entrado en el proceso del mensalão
porque la Fiscalía no había encontrado, a la apertura del mismo, pruebas contra
él y Valerio siempre había negado la participación del expresidente en el
asunto. Sólo cuando fue condenado, y tras considerar que el PT no había hecho
nada para evitar la sentencia, decidió hacer nuevas revelaciones, al tiempo que
denunció haber recibido amenazas de muerte si hablaba.
Ahora, Valerio deberá ser de nuevo interrogado por
la Policía Federal, que desea saber si corrobora o no las graves acusaciones
contra el expresidente hechas al Fiscal General de la República.
Cuando surgió el escándalo de sobornos a diputados y
partidos a cambio de apoyos al Gobierno de Lula, que no tenía mayoría en el
Congreso, el expresidente aseguró en público a la nación que no había tenido
conocimiento del caso y que había sido traicionado por los suyos. Y sacó de su
gobierno a Dirceu, que hacía las veces de primer ministro. Más tarde Lula llegó
a negar la existencia del caso mensalão y lo achacó a una maniobra de la
oposición conservadora que no aceptaba que un simple tornero como él llegara a
la presidencia.
Por JUAN ARIAS/El País
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