CARACAS.- El sucesor de Hugo Chávez, Nicolás Maduro,
ha ganado las elecciones presidenciales de Venezuela por los pelos. Sin
embargo, ahora se enfrenta a las protestas de la oposición, las críticas
internas, además de una serie de desafíos económicos y políticos.
La diferencia fue culpa de quienes no tuvieron en
cuenta que tenían "una deuda con el comandante" Chávez .
El triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones
presidenciales del domingo en Venezuela fue celebrado, como ya es costumbre en
el chavismo, en el palacio presidencial de Miraflores, aunque con menos
simpatizantes que en otras ocasiones y hasta aire de tristeza por una victoria
"pírrica".
Caras tristes y rostros de fastidio dentro de
Miraflores contrastaban en la noche del domingo con el baile y la celebración
de la calle al ritmo de las canciones que alegraron la campaña de Maduro y el
sabor del alcohol prohibido por la ley seca, en vigor desde el viernes, debido
a las elecciones.
Maduro, candidato del chavismo tras la muerte el
pasado 5 de marzo del presidente Hugo Chávez, logró 7.505.338 votos, el 50,66%,
y superó por 234.935 al candidato de la oposición, Henrique Capriles, que
obtuvo 7.270.403, el 49,07%, según informó el Consejo Nacional Electoral (CNE)
con el 99,12% de los votos escrutados.
"Hoy me siento orgulloso porque hemos dado una
batalla más, pero esta es una victoria del pueblo chavista y
revolucionario", dijo el secretario general de la Federación Unitaria del
Transporte, Richard Mambel que fue al palacio a celebrar y se mostró muy molesto
con los que, aseguró, "traicionaron" a la "revolución
bolivariana".
El sindicalista reclamó que la diferencia fue poca
por culpa de quienes no tuvieron en cuenta que tenían "una deuda con el
comandante" Chávez.
"Hoy, aunque sea una pírrica victoria, la vamos
a administrar como es debido y vamos a seguir llevando este país a donde
tenemos que llevarlo", señaló.
El balcón del pueblo en el palacio de Miraflores,
ese desde el que el Chávez cantaba el Himno Nacional cada vez que obtenía un
triunfo, se mantuvo cerrado pues el ganador de la jornada electoral habló al
pueblo chavista desde una tarima desde donde les dio las gracias.
En las pasadas elecciones del 7 de octubre cuando
Chávez y Capriles se midieron, el líder bolivariano obtuvo el 55,5% de los
votos sobre el opositor que logró el 44,39% del apoyo y entonces los chavistas
abarrotaron Miraflores y las zonas cercanas, esperaron que el presidente
apareciera en el balcón y junto a él cantaron el himno.
"Creo que prevaleció la realidad: Chávez ya no
está. Sin duda por eso no pudimos arrasar, Chávez hubiese arrasado otra
vez", dijo Gloria Hernández, un ama de casa que aseguró que ahora el
Gobierno de Maduro debe tener una propuesta de unificar al país "una
patria para todos".
"Creo que prevaleció la realidad: Chávez ya no
está. Sin duda por eso no pudimos arrasar".
Las puertas de Miraflores no se abrieron hasta un
par de horas antes de que el CNE anunciara los resultados y el ambiente en los
alrededores de la sede de la Presidencia lucía tenso ante la tardanza de la información.
Seguidores motorizados rodeaban la zona, iban y
venían, cargando con botellas de bebidas alcohólicas a la espera del anuncio y
después de que se difundiera el nuevo triunfo del chavismo, el ambiente, más
relajado, dio paso al baile y a la celebración, pero eso si, siempre fuera del
palacio sagrado donde Chávez vivió.
"Ese balcón, ese es el puesto de Chávez, me
imagino que de ahora en adelante siempre estará vacío", señaló Hernández.
Un
país polarizado
Capriles, por su parte, se ha negado a reconocer los
resultados y ha asegurado que su equipo tenía una lista de 3.000
irregularidades y sostuvo que no se midió ante Maduro sino contra el aparato
del Estado venezolano.
"Yo no luché hoy contra un candidato, luchamos
hoy contra el uso de todos los recursos públicos, el abuso de todas las
instituciones, todo lo que significa el poder, y eso lo sabe el señor al que
hoy le anunciaron un resultado que lo coloca por encima de nosotros con una
diferencia muy pequeña", fustigó.
Una disputa electoral prolongada podría causar
inestabilidad en un país profundamente polarizado con las reservas más grandes
del mundo de petróleo.
La ajustada victoria de Maduro ofrece un comienzo
poco auspicioso para la transición del "chavismo" hacia una era
post-Chávez, y plantea la posibilidad de que pueda enfrentar a los más críticos
dentro de la coalición izquierdista con el presidente electo.
El estrecho margen que logró Maduro fue un shock
para muchos fervientes partidarios de Chávez, que se habían acostumbrado a sus
victorias electorales de dos dígitos durante sus 14 años de gobierno.
No hay comentarios.: