NUEVA YORK.- En la misma semana en la que se puede
presentar el proyecto de la reforma migratoria, decenas de empleados
inmigrantes hispanos de un supermercado en Brooklyn ven peligrar sus trabajos
por una auditoría de los servicios de inmigración.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ordenó
la semana pasada una auditoría I-9 sobre los permisos de trabajo de los
empleados del supermercado Three Guys, situado en Fort Hamilton Parkway, donde
trabajan 60 personas, la mayoría inmigrantes centroamericanos.
Si lo agentes del DHS determinan que los
trabajadores no tienen la documentación en regla, pueden arrestar o someter a
fuertes multas al empleador, ordenar que despida a trabajadores o, incluso, en
casos extremos, arrestar a empleados para iniciar el proceso de deportación.
"Uno nunca sabe lo que puede suceder y todos lo
estamos viviendo con temor", dijo el mexicano Severo García, que lleva
trabajando ocho meses en el establecimiento. "Entré en este país en 1994 y
he demostrado que sólo he venido aquí a trabajar y merezco que me dejen que me
gane la vida honradamente".
El sindicato United Food and Commercial Workers
Local 348-S (UFCW) está defendiendo a los trabajadores afectados, y ayer
convocó una manifestación frente a las puertas de las oficinas del DHS en Nueva
York para pedir que detenga la auditoría hasta que se conozcan los detalles de
la propuesta de la reforma migratoria.
"Los trabajadores inmigrantes están a punto de
tener un proceso para ajustar su estatus migratorio", declaró Mark Carotenuto,
presidente electo del sindicato. "Ahora no es el momento para causar shock
o miedo en las comunidades de inmigrantes con estrategias que han arruinado
vidas y separado familias".
Tanto el sindicato como los trabajadores defienden
al dueño del establecimiento, Philip Penta, de quien asegura les ofreció
contratos con salarios justos y días de enfermedad y vacaciones pagadas.
Reclaman que se persiga en cambio a los dueños de
supermercados que pagan por debajo del salario mínimo y no ofrecen compensaciones
ni beneficios.
"No es fácil encontrar un trabajo de este tipo
que esté bien pagado y con buenas condiciones", expresó Esteban Ramos,
cuya esposa e hijos continúan en México y dependen de su sueldo. "Estamos
con mucha incertidumbre y sería un drama para nosotros perder este
empleo".
Penta no participó en la protesta y prefiere
mantenerse al margen y no hacer declaraciones hasta que concluya la
investigación.
DHS, que aún no ha emitido un dictamen sobre el
resultado de la inspección, dice que realiza auditorias aleatorias en cualquier
tipo de compañía, independientemente de su tamaño o número de empleados, sin
que haya necesidad de una denuncia previa de por medio.
Por
JUAN MATOSSIAN/Edlp
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