CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa emérito Benedicto XVI
ha regresado este jueves a la Ciudad del Vaticano desde la residencia estival
de los pontífices, en la localidad de Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros de
Roma, donde permaneció "oculto al mundo", según dijo, desde su
renuncia el pasado al pontificado 28 de febrero.
El papa Francisco le recibió personalmente a las
puertas del monasterio Mater Ecclesiae, en el Vaticano y le dio la bienvenida
"con gran y fraterna cordialidad". Después rezaron juntos en la
capilla del edificio, según informó el Vaticano, que añade que "Benedicto
XVI está contento de volver".
El encuentro se produjo poco después de que el
helicóptero en el que viajó el papa Ratzinger desde Castel Gandolfo aterrizara
en el helipuerto del Vaticano a las 16.49 horas local (14.49 GMT) y se
trasladara en un vehículo hasta el monasterio. Esta es la segunda vez que los
dos papas se ven personalmente, después de que el pasado 23 de marzo Francisco
viajara a Castel Gandolfo para saludar y almorzar con Ratzinger.
Benedicto XVI, de 86 años, se alojará en el convento
Matter Ecclesiae, no lejos del convento de Santa Marta, donde vive el Papa
Francisco. Antes del encuentro entre ambos, fue recibido en el helipuerto por
el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone; el presidente del
Governatorato (gobernador del pequeño estado), el purpurado Giuseppe Bertello,
y el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano. También le
acogieron el Sustituto de la Secretaría de Estado (número 3 del Vaticano), el
arzobispo Angelo Becciu; el subsecretario de Asuntos Exteriores, el arzobispo
Dominique Mamberti, y el secretario del Governatorato, el arzobispo Giuseppe
Sciacca.
Benedicto XVI vivirá ya definitivamente en el
convento en el interior del Vaticano junto a monseñor George Ganswein y las
cuatro laicas consagradas de la comunidad "Memores Domini" que lo
cuidan. Se dedicará a rezar y a sus aficiones como la lectura, escuchar música
y pasear por los jardines o el palacio pontificio.
En el monasterio hay una habitación preparada para
los huéspedes, a disposición del hermano de Joseph Ratzinger, George, de 89
años y que acude con frecuencia desde Alemania a visitarlo. El Papa emérito
vivirá en el primer piso del convento, que está dotado de ascensor.
Su
nueva residencia
El monasterio Mater Eccesiae estaba vacío desde el
inicio del invierno, cuando lo dejaron las monjas de clausura que vivían en él,
y necesitaba, sobre todo, que el techo fuera remozado ya que se filtraba el
agua cuando llovía.
El Papa llevará la vida de oración que ha elegido
con sus renuncia al pontificado y vivirá atendido por las cuatro laicas y con
el diácono que desde unas semanas le ayuda en labores de secretaría, dijeron
fuentes vaticanas.
No se descarta que Benedicto XVI y Francisco se
encuentren en sus paseos por los jardines vaticanos e intercambien opiniones
dada la buena relación existente entre ambos, como se demostró el pasado 23 de
marzo, cuando el Papa viajó a Castel Gandolfo para saludar y almorzar con su
antecesor.
Asimismo a ambos les gusta rezar en la réplica de la
gruta de Lourdes levantada en los jardines vaticanos por lo que no sería
extraño que mantuvieran "frecuentes y discretos contactos", según
fuentes vaticanas.
Benedicto XVI está bien de salud, no tiene ningún
problema específico, sólo con los achaques típicos de la edad, según precisó el
portavoz vaticano, Federico Lombardi, saliendo al paso de las informaciones que
aseguraban que se encuentra enfermo.
Cuando recibió el pasado mes de marzo a Francisco en
Castel Gandolfo, se le vio moverse con cierta dificultad apoyándose en un
bastón, con la voz más débil y más delgado que antes.
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