LOS ANGELES.- Reese Witherspoon no parece haber terminado de
liquidar el asunto de su escabrosa detención en Atlanta. La actriz reconoció en
su primera entrevista tras el incidente que su comportamiento no solo dejó
mucho que desear, sino que llegó a inventarse una mentira de consideración para
que el policía no detuviera a su marido, notoriamente bebido al frente del Ford
Fusion plateado en el que viajaban el pasado 19 de abril.
"Fue un error inaceptable", dijo la
ganadora de un Oscar como mejor actriz en 2006 por su papel en 'Walk the Line',
junto a Joaquin Phoenix. "Fue una de esas noches en las que salimos a
cenar y nos bebimos demasiadas copas de vino. Pensábamos que estábamos bien
para conducir pero definitivamente no lo estábamos. Sentimos mucho que algo así
pasara y es algo que no volverá a ocurrir jamás", dijo entonando el 'mea
culpa'.
De acuerdo al resto del relato, Witherspoon encajó
tan mal el hecho de que el agente de policía estuviera deteniendo a su marido
que no solo le amenazó sino que esgrimió estar embarazada para justificar el
hecho de no haber bebido. "No sé en qué estaba pensando esa noche. Le vi
arrestando a mi marido y entré en pánico. Le dije toda clase de locuras al
oficial, incluso que estaba embarazada, y no lo estoy".
Según el informe policial, la actriz de 37 años
salió del vehículo en dos ocasiones pese a la advertencia del policía de no
hacerlo, algo que desembocó en su arresto y su posterior puesta en libertad. Al
parecer, la actitud chulesca y subida de tono de Witherspoon provocaron el
incidente, después de que el agente detectara continuos cambios de carril del
vehículo en el que circulaban.
El test de alcohol posterior demostró que Roth había
bebido más de la cuenta, un delito que en Estados Unidos puede ocasionar una
larga lista de sanciones, desde la pérdida del carnet de conducir hasta penas
de cárcel considerables.
Roth trató de defenderse al explicar que solo se
tomó una copa y que había sido dos horas antes de ponerse al volante, aunque el
policía aseguró que los ojos del conductor estaban claramente enrojecidos y que
el olor a alcohol era ostensible, una situación comprometida de la que su mujer
no pudo sacarle. Acabó por acompañarle esposada hasta la comisaría más cercana.
Es una noche de la que la actriz se siente
especialmente "avergonzada" y algo de lo que tuvo que hablar con sus
hijos, de 13 y 9 años de su matrimonio anterior. "Esa fue la peor
parte", admitió.
Por PABLO SCARPELLINI/El Mundo
Por PABLO SCARPELLINI/El Mundo
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