Ronald William Artest, conocido como Ron Artest,
conocido como Metta World Peace, será conocido ahora por otro nombre. El nuevo
alero de los New York Knicks informó en una entrevista concedida a CleverNews
que ya se ha cansado de su actual denominación. "Vamos a hacer un cambio
de nombre, pero, de momento, no puedo decir cuál será", aseguró el díscolo
jugador. Eso sí, esta vez no legalizará el cambio ya que considera "mucho
trabajo" el papeleo que conlleva. Una locura más por parte de un jugador al
que la polémica ha envuelto durante toda su vida.
El jugador de Queens (Nueva York) decidió en
septiembre de 2011 cambiar su apelativo, ligado a grandes polémicas en el
pasado, por otro que tuviera un significado especial. Así lo confirmó en su
momento Courtney Barnes, publicista del baloncestista: "Mi cliente estuvo
años investigando y sometiéndose a un examen de conciencia para encontrar un
nombre con un significado personal e inspirador". Y lo encontró, pues pasó
de Ron Artest a Metta World Peace (paz mundial como meta). Pero ni dos años le
ha durado.
En los papeles oficiales del alero seguirá
apareciendo Metta World Peace como nombre y también en su camiseta de los
Knicks. Sin embargo, el jugador no responderá al nombre de Metta cuando le
requieran. ¿Cómo pasará a llamarse? Nadie lo sabe y teniendo en cuenta los
antecedentes del baloncestista, cualquier cosa se puede esperar.
Una vida plagada de polémicas
Metta World Peace no ha dejado indiferente a nadie
desde su llegada a la NBA. Incluso antes, el jugador ya protagonizó varios
escándalos y declaraciones desafortunadas.
La gran pelea: El episodio más polémico y recordado
del alero tuvo lugar cuando militaba en los Indiana Pacers. Jugaban en Detroit
el 19 de noviembre de 2004 contra los 'Bad Boys' de Rasheed y Ben Wallacey tras
un empujón del último, se generó una multitudinaria pelea. Cuando se calmaron
los ánimos, una bebida impactó en el por aquel entonces Ron Artest. El jugador,
sin cortarse un pelo, subió al lugar de donde creía procedía el refresco y se
lio a puñetazos con los hinchas.
En la trifulca participaron Jermaine O'Neal, Stephen
Jackson y el propio Ben Wallace, entre otros. Días después, tras ser preguntado
por la decisión de la NBA de sancionarle con 73 partidos (dejó de ganar siete
millones de dolares), no mostró signos de arrepentimiento. "No veo que
pudiera haber hecho algo diferente de lo que hice", dijo Artest. Al poco
tiempo seguía guardándole rencor a Ben Wallace, instigador de la pelea:
"Cuando veo a Ben, me pongo en guardia porque siempre estoy con ganas de
golpearle. Sé que me suspenderán 10 partidos o 15, pero voy a pelear con
él".
De borrachera en los descansos: El jugador confesó
que en su etapa en los Chicago Bulls (1999/2000) bebía en los intermedios de
los partidos. "Solía tomar Hennessy (coñac francés) en los intermedios.
Tenía la botella en el vestuario. Sólo iba a la tienda, la compraba, y la
dejaba en mi armario", reconoció. El polémico alero agregó que recuerda
que salió al campo ebrio en más de una ocasión. Un muy mal ejemplo para un
deportista de élite.
Fiestas, alcohol y marihuana: Por aquellos tiempos,
Artest reconoció que era un gran aficionado a la noche y sus vicios "Me
gustan las fiestas y la diversión. Cuando tenía 19 años fumaba marihuana y
bebía alcohol, incluso lo hacía cuando era más joven. Actualmente me gusta la
diversión, pero no lo hago tanto como cuando tenía esa edad. Yo bebía y hacía
fiestas todas las noches".
Violencia doméstica: Artest también ha tenido
problemas con la ley. En su etapa con los Sacramento Kings (2006/08), el
jugador se vio envuelto en un caso de violencia de género. Su equipo le
suspendió indefinidamente por la denuncia de una mujer que resultó herida con
arañazos (según dice el parte policial). La noche de los hechos Artest fue
llevado a la cárcel del Condado Placer, donde fue fichado y después de pagar
una fianza de 50.000 dólares fue puesto en libertad.
World Peace
golpea a Harden
Juego 'sucio': Artest siempre ha llevado con mucha
honra haber crecido en un proyecto de viviendas sociales de Nueva York,
"ser del ghetto", como explicó él mismo cuando fichó por los Rockets,
en 2008. Y eso se ha visto traducido en multitud de sanciones, faltas técnicas
y flagrantes a lo largo de su carrera como jugador de la NBA. Las acciones más
sonadas en este sentido por parte del jugador fueron el codazo en la cara a
Manu Ginóbili en los playoffs de 2006 por el que fue suspendido y el golpe que
le propinó a James Harden en los playoffs de 2012, por el que fue sancionado
con siete partidos.
Una vida personal plagada de excentricidades: No es
raro ver a este jugador con cortes de pelo peculiares y tatuajes extravagantes.
Otra de sus ocurrencias fue, después de ganar el anillo de campeón,
agradecérselo públicamente a su psiquiatra. Durante el 'lockout' de 2011 participó
en el 'Mira quien baila' americano y también tuvo un 'reality' propio. Ha
grabado varios discos de hip-hop y es un habitual de las declaraciones
polémicas. En definitiva, un tipo diferente que nunca dejará de sorprender.
Fuente
EL MUNDO
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