Mi amigo “Elbobolavega”

Agradezco mucho a los años de la vida, porque me dan el privilegio de la tolerancia... Con el tiempo he llegado a entender la importancia de la disensión y la confrontación de las ideas aunque sea en la distancia.

Si me critican-- razono-- es porque me leen... Y si me leen, me privilegian. Por una razón simple: el que publica lo que escribe lo hace con el fin de que lo lean porque entiende que tiene cosas qué decir.

Es como el que habla... El que habla quiere que le escuchen... Y que después que le escuchen le respondan para que se establezca la comunicación. Por eso me agrada que los lectores me escriban y me digan cosas... Y que las digan a su modo, como quieran, como puedan... ¿O no es eso justo lo que yo hago?

Sé que “Elbobolavega” me tiene admiración porque sigue cada palabra, cada frase, cada idea, cada concepto que escribo en esta columna. Y lo memoriza todo porque a veces me recuerda cosas que dije, escribí o hice hace años... Estoy seguro que cuando me conozca llegará a tenerme muchísimo cariño.

Es el lector más agresivo y mordaz que tengo. Después de Joseíto, el de Nueva York, un joven inteligente de quien me he hecho amigo por voluntad propia.

Del “Bobolavega” sólo sé que no es ningún bobo, aunque sí vegano. “Y como los veganos somos buenos todos...”

Ese es el seudónimo que utiliza para criticar mis artículos... Y me parece muy bien. Si algo tuviera que criticarle es su forma cruel de hablarme. Pero es inteligente, conceptuoso, tiene formación, hilvana bien las ideas y, evidentemente, maneja a la perfección la jerga de los informáticos y tecnológicos, lo que me hace pensar que no es tan viejo como yo.

Mi pleito con Danilo...

Casi todos los días “Elbobolavega” me estruja en la cara mi viejo pleito con Danilo, Y por eso quiere que yo renuncie como embajador. Él debería saber que he hecho eso varias veces. Pocos días después de ganar Danilo las elecciones, le pedí que en cuanto asumiera el cargo me relevara porque entendí-- y sigo entendiendo--  que cuatro años y pico es suficiente tiempo en España.

“Elbobolavega” también debería saber que poco después de haberle dicho por televisión todo aquello que le dije a Danilo, Danilo y yo hicimos las paces y volvimos a hacernos amigos, y en la campaña electoral nos reuníamos todas las semanas en mi casa con gente importante que le ayudó a ganar.

“Elbobolavega” también tiene que saber que mi independencia periodística no la negocio con nadie por ningún cargo ni por ningún dinero... No lo hice con Leonel, ni lo haré con Danilo. Y si he sido embajador de uno y de otro, es porque ninguno de los dos se atrevería a pedirme que violente mis principios.

Además, se supone que les soy mucho más útil con mi independencia periodística en la medida en que mi credibilidad valga para comentar las cosas que comento y para decir las cosas que digo.

A Danilo lo veo con alguna frecuencia porque el cargo me obliga, pero a Leonel hace muchos meses que no lo veo. Casi un año... Pero alguna gente, como “Elbobolavega”, considera que estoy al servicio de Leonel, algo que no me ofende porque de no tener yo un sentido tan riguroso de la independencia periodística, esa condición me haría sentir orgulloso.

Otros lectores opinan

Hay otros lectores que opinan y mandan cartas al Listín, y lo hacen en todos los tonos y en todos los colores.

Lo mejor ocurre cuando mi amigo y compueblano Saúl Pimentel reproduce algunos de mis artículos en su periódico digital Almomento.net. Me caen como pirañas algunos interactivos que no se detienen ante ninguna ofensa o términos destemplados.

La crítica es buena en tanto enriquece el debate de las ideas... Pero cuando se llega al insulto, a la descalificación artera, al agravio personal, entonces ya eso es otra cosa.

Porque uno escribe bajo su responsabilidad legal y moral, dando la cara y asumiendo las consecuencias. Los interactivos se protegen en el anonimato digital para insultar sin hacer ningún aporte.

Por lo menos “Elbobolavega” aporta porque es inteligente. Si eliminara los insultos, fuera un éxito...

¡Porque siempre se ha sabido que el mejor crítico es el que menos insulta...!

Por CÉSAR MEDINA

El autor es periodista y productor de televisión