Reporte de prensa desde Hanoi, la capital de
Vietnam, informa que ayer falleció a los 102 años de edad un gran amigo de Cuba
y de las causas revolucionarias: el legendario General Vo Nguyen Giap, una de
las figuras más relevantes de la historia vietnamita.
Ge Luo
significa volcán bajo la nieve; fue así como denominaron sus compatriotas a
este hombre extraordinario que derrotó a los japoneses, luego a los franceses
en Dien Bien Phu y décadas más tarde hizo huir de Saigón a los norteamericanos,
para completar la reunificación de Vietnam.
Su vida estuvo indisolublemente unida a la lucha por
la liberación nacional, a la historia de la formación, crecimiento y desarrollo
del Ejército Popular de Vietnam, por cuyas victorias los propios franceses lo
apodaron el Napoleón Rojo.
Vo Nguyen Giap fue uno de tantos hijos de campesinos
que devinieron personalidad gracias al socialismo, aunque hubo mucho de
sacrificio personal. Desde 1926 fue miembro de organizaciones estudiantiles de
lucha clandestina. En 1933 se afilia al Partido Comunista de Indochina (PCI) y
muy pronto se acerca al círculo de influencias de Ho Chi Minh, de quien fue
amigo personal.
A finales de 1941, Giap se trasladó a las montañas
de Vietnam para crear los primeros grupos guerrilleros. Allí estableció una
alianza con Chu Van Tan, dirigente del Tho, una de esas formaciones de lucha
compuesta por una minoría nacional de Vietnam del noreste. En las navidades de
1944 capturó un puesto militar francés, tras haber formado los primeros
batallones de sus fuerzas armadas.
A mediados de 1945 tenía ya unos diez mil hombres
bajo su mando y pudo pasar a la ofensiva contra los japoneses que habían
invadido el país.
La policía francesa detuvo a su esposa y a su cuñada
utilizándolas como rehenes para presionar a Giap y lograr que se entregara. La
represión fue feroz: su cuñada fue guillotinada y su mujer condenada a cadena
perpetua, muriendo en la prisión después de tres años a causa de las brutales
torturas. Los verdugos galos también asesinaron a su hijo recién nacido, a su
padre, a dos hermanas y a otros familiares.
Pero Giap fue
incorruptible. Derrotó a los franceses durante la campaña de Dien Bien Phu, que
fue la primera gran victoria de un pueblo colonial y feudal, con una economía
agrícola primitiva, contra un experimentado ejército imperialista sostenido por
una industria bélica pujante y moderna. Los más conocidos generales franceses
(Leclerc, De Lattre de Tasigny, Juin, Ely, Sulan, Naverre) fracasaron uno tras
otro frente a unas tropas integradas por campesinos pobres, pero decididas a
luchar hasta el final por su país y por el socialismo. Vietnam resultó dividido
y Giap fue nombrado ministro de Defensa del nuevo gobierno del Vietnam del
Norte que, al tiempo que continuaba la guerra popular, se esforzaba por
construir una nueva sociedad socialista.
Como comandante del nuevo ejército popular, Giap
dirigió la lucha en la guerra de Vietnam contra los nuevos invasores
norteamericanos en el sur del país, que una vez más comenzó bajo la forma de
guerra de guerrillas. Los primeros soldados estadounidenses murieron en Vietnam
cuando el 8 de julio de 1959 el Vietcong atacó una base militar en Bien Hoa, al
noreste de Saigón.
Cuatro presidentes americanos lucharon sucesivamente
contra Vietnam, dejando el rastro de sangre de
57 mil 690 mercenarios americanos. En 1975 el país
fue reunificado; quedarán como símbolos de esa victoria cuando un tanque del
ejército revolucionario embistió la valla de protección de la embajada
americana, mientras los últimos imperialistas huían precipitadamente colgados
en un helicóptero por el tejado del edificio.
El general Giap no solo fue un maestro en el arte de
dirigir la guerra revolucionaria, sino que además escribió sobre ella varios
libros con importantes valoraciones, como su famosa obra Guerra popular,
ejército popular, un manual de la guerra de guerrillas basado en su propia
experiencia. En él establece los tres fundamentos básicos que debe disponer un
ejército popular para lograr la victoria en la lucha contra el imperialismo:
dirección, organización y estrategia. La dirección del Partido Comunista, una
férrea disciplina militar y una línea política adecuada a las condiciones
económicas, sociales y políticas del país.
Definió la guerra popular como "una guerra de
combate para el pueblo y por el pueblo, mientras que la guerra de guerrillas es
simplemente un método del combate. La guerra popular es un concepto más
general. Es un concepto sintetizado. Es una guerra a la vez militar, económica
y política". La guerra popular no solo la hace un ejército, por más que
sea popular, sino que la hace todo el pueblo porque es imposible que un
ejército revolucionario, por sí mismo, pueda lograr la victoria contra la
reacción, sino que es todo el pueblo el que tiene que participar y ayudar en
una lucha, que necesariamente debe ser prolongada.
Como buen guerrillero, Giap sabía que el éxito de la
victoria, cuando hay una desproporción tan grande de fuerzas, se basa en la
iniciativa, la audacia y la sorpresa, lo que exige que el ejército
revolucionario se desplace continuamente. Destacó como un genio de la
estrategia, capaz de movilizar continuamente importantes contingentes de
tropas, siguiendo los principios de la guerra de movimientos. Lo hizo así
contra los colonialistas franceses en 1951, infiltrando a un ejército entero a
través de las líneas enemigas en el delta del río Mekong, y otra vez
adelantando la ofensiva del Tet en 1968 contra los estadounidenses, cuando
situó a millares de hombres y toneladas de aprovisionamientos para un ataque
simultáneo contra 35 centros estratégicos del sur.
Los partidarios y adversarios consideraban a Vo
Nguyen Giap como uno de los grandes estrategas militares de la historia.
Marcel Bigeard, el general más condecorado del
ejército francés, que fuera su prisionero, ha dicho del jefe militar
vietnamita: "Giap comandó victoriosamente sus tropas durante más de 30
años. Eso constituye una proeza sin precedente (...). Él extraía lecciones de
sus errores y no los repetía jamás".
Por su parte, William Westmorelan, comandante en
jefe del ejército norteamericano en Vietnam y adversario de Giap, declaró:
"Las cualidades que hacen un gran jefe militar, es la aptitud para tomar
decisiones, la fuerza moral, la capacidad de concentración, sin olvidar la
inteligencia que unifica todo lo anterior. Giap las posee todas". (SE)
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