NUEVA YORK.- La guatemalteca Silvina Azuara, de 31
años, tiene un ingreso mensual de US$420 como cajera en una tienda de cosméticos,
pero asegura que el dinero es insuficiente para vivir pese a que comparte con
su esposo los gastos de su hija de dos años.
"El dinero no alcanza aunque mi esposo gana un
poco más que yo. La situación empeora cuando mi niña se enferma, sale carísimo
pagar medicinas y doctor", apuntó esta residente de Jackson Heights quien
alquila un cuarto por US$600 y calcula un gasto mensual de US$550 por el
cuidado de su hija, en casa de familiares.
Estirar el salario o "romper el cochinito"
es el constante debate para miles de familias de bajos ingresos que llegan al
fin de mes con más deudas y angustia que dólares en el bolsillo. Un estudio
reciente explica las razones.
El reporte "Trabajadores del Sector de Servicio
con Bajos Salarios", de la organización Nueva York Comunidades por el
Cambio (NYCC) y el Fondo para la Organización de Comunidades (NYCOFI), se basa
en una encuesta a 300 neoyorquinos que ganan el salario mínimo.
Una familia promedio necesita de US$42,000 a US$50,000
anuales para cubrir gastos de vivienda, servicio médico, comida, transporte y
cuido de niños; sin embargo, el 50% de los entrevistados apenas roza los US$27,000.
El informe encontró que una familia de dos adultos y
un niño encara un déficit mensual de US$1,051 (unos US$12,609 anuales),
obligándola a sacrificar productos y servicios básicos. La situación de las
familias monoparentales con dos niños se agrava con un déficit de US$26,955 por
año.
Carlie Steen, de NYCOFI, destacó que el reporte
muestra la dura realidad de los trabajadores con salario mínimo, sin beneficios
o aspiraciones de aumento, que necesitan asistencia pública y hacen malabares
para saldar las facturas del mes.
"Conversamos con empleados de restaurantes de
comida rápida que ingieren alimentos caducos porque no se les permite comer en
sus centros de trabajo", reveló Steen. "Hay padres que dejan a sus
niños pequeños al cuidado de hijos mayores, con tal de ahorrar unos dólares.
Este es el rostro humano detrás de las cifras".
Además, sólo el 15% de los participantes tiene un
seguro médico, y apenas el 5% recibe pago por días de enfermedad.
El reporte sugiere reformas como el aumento de por
lo menos US$15 la hora para trabajadores del sector de servicio, como
lavacoches y empleados de supermercados. También plantea el incremento de
fondos para Sección 8, ampliar las pautas de elegibilidad para el Programa de
Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) y vales para servicio de guardería.
Tales medidas serían un alivio para el mexicano José
Sosa, un trabajador de restaurante residente en Corona que también encara la
angustia del fin de mes con un salario de US$7.25 la hora.
"Cuando entro a un supermercado pienso bien que
voy a comprar y veo los precios antes de llenar el carrito. A veces tengo que
decidir entre despensa o transporte", indicó el hispano. "La cartera
vacía al fin de mes es un problema común en este vecindario de rentas
caras".
Por
ZAIRA CORTES/Edlp


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