JOHANNESBURGO.- Winnie Mandela, la segunda mujer del
ex presidente sudafricano, y su viuda, Graça Machel, se fundieron en un
afectuoso abrazo y se besaron ante los miles de sudafricanos que abarrotaban el
estadio FNB de Soweto (Johannesburgo).
Dos de las mujeres más importantes de la
vida de Mandela se saludaron así al coincidir en una de las gradas del estadio
que acoge la ceremonia religiosa en memoria de Mandela, fallecido el pasado
jueves.
Ambas de luto y muy emocionadas quisieron hacer
visible así el afecto que comparten por el icono de la lucha contra el
'apartheid', mientras miles de asistentes celebraban el gesto. El abrazo
sellaba así la polémica entre las mujeres de Mandela, que amenazaba con enturbiar
el modélico homenaje que se está rindiendo al líder en la semana posterior a su
muerte.
Tensión
en Johannesburgo
El domingo Winnie (77 años), acudió al funeral
ofrecido por su alma en Johannesburgo. En la iglesia se sentó junto al
presidente Jacob Zuma, un honor que debería haber correspondido a su viuda,
Graça (67). De hecho, Winnie, que se mostró muy emocionada durante el acto, no
pudo evitar su disgusto cuando el pastor de la iglesia la llamó Graça, quien se
encontraba velando a su marido en la privacidad.
Carismática y ambiciosa, Winnie fue la primera dama
de Sudáfrica entre 1994 y 1996, pese a que ella y Mandela ya hacían vidas
separadas por aquella época. En 1958, Mandela se había casado enamoradísimo de
Winnie Madikizela, con quien tendría dos hijas, Zenani y Zindzi, y compartiría
las penalidades de la clandestinidad.
Su vida en común se vio truncada en 1962, cuando
Mandela fue encarcelado por sus acciones contra el 'apartheid'. Cuando él fue
encarcelado ella le esperó hasta que salió de prisión, aunque en ese tiempo le
fue infiel con otros hombres. Madre de dos hijas suyas, Winnie fue condenada en
los 90 por secuestro y estuvo implicada incluso en el asesinato de un
adolescente. Los testigos hablaban de cómo en los tiempos de lucha la propia
Winnie ponía bolsas de plástico en la cabeza de los colaboracionistas y mandaba
a sus chicos: "sacar la basura fuera".
El
primer beso
Aunque también mujer de carácter, Graça Machel tiene
un perfil más pacífico. Viuda de Samora Machel, líder independentista y ex
presidente de Mozambique, fue premiada con el Príncipe de Asturias por su
trabajo con niños en zonas de guerra.
Graça conoció a Mandela cuando este aún estaba
casado con Winnie, aunque entonces la suya ya era una relación de cara a la
galería. Tras el divorcio de Winnie en 1996, Madiba comenzó a pasar más tiempo
en Mozambique donde ella residía y, finalmente, se casaron el día de su 80
cumpleaños. Según dijo Mandela, el beso que le dio tras desposarla fue el
primer beso que daba a su novia, a la que Winnie llamó -con algo de rencor-
"esa concubina".
En los últimos meses de vida del exmandatario,
Machel no se separó del hombre "solitario" a quien hizo feliz y fue
la más alabada por su discreción, frente a las estridencias de otros miembros
de la familia Mandela.


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