En República Dominicana fue contactada la primera ballena jorobada y llevada santuario de los EE.UU

WASHINGTON.- República Dominicana forma parte de los santuarios marinos que ayudan a los científicos a seguir los movimientos de las ballenas jorobadas en peligro de extinción.

En el Santuario Marino Nacional de Stellwagen Bank, “Salt” [Salada], la ballena más famosa del santuario y madre de otras doce, fue la primera ballena jorobada de la costa Este en recibir un nombre y la primera ballena del santuario en ser identificada cerca de la República Dominicana.

“La historia de Salt es un ejemplo del poder de la ciencia de colaboración”, dijo Craig MacDonald, superintendente del Santuario de Stellwagen Bank. “Carib Tails representa una emocionante oportunidad para que los científicos ciudadanos nos ayuden a ampliar y enriquecer nuestro conocimiento sobre cómo esta especie carismática nos conecta con nuestros homólogos caribeños”.

Los propietarios de yates y los navegantes han sido invitados a ayudar a los científicos a seguir los movimientos de las ballenas jorobadas en peligro de extinción, ubicadas entre el Santuario Marino Nacional de Stellwagen Bank de Estados Unidos, en las costas de Massachusetts, y los santuarios hermanos en el Caribe, como parte de Carib Tails, una nueva iniciativa científica para ciudadanos a escala internacional.

Carib Tails es una colaboración entre el santuario y colaboradores del Santuario de Mamíferos Marinos de la República Dominicana, el Santuario de Mamíferos Marinos Agoa de las Antillas Francesas, el Santuario de Mamíferos Marinos de las Bermudas, los santuarios de mamíferos marinos de las Islas de Barlovento y Sotavento en las Antillas Holandesas, y el Programa de Zonas y Vida Silvestre Especialmente Protegidas del Programa de la ONU para el Medio Ambiente del Caribe (UNEP-SPAW).

Al fotografiar las colas de las ballenas jorobadas que encuentran en el mar, los navegantes pueden colaborar con la investigación que recopila datos migratorios sobre la población compartida de aproximadamente 1.000 ballenas jorobadas, según informó la Administración Nacional de Asuntos Oceanográficos y Atmosféricos (NOAA) de Estados Unidos en su sitio web el 29 de enero. Las fotos se cotejarán con entradas en el Catálogo de ballenas jorobadas del Atlántico Norte y las imágenes de ballenas que antes no se conocían y de las que no había fotos anteriormente se agregarán a la recopilación.


    Ballenas jorobadas 

NOAA informó que el proyecto hace hincapié en la navegación y prácticas de avistamiento seguras en torno a estos animales en peligro de extinción, lo cual incluye no acercase a menos de 100 metros de las ballenas. Un sitio web ofrece sugerencias sobre cómo fotografiar las colas con fines de investigación, y también incluye los formularios de envío de fotos y otra información sobre las ballenas jorobadas.

Los investigadores identifican las ballenas jorobadas individuales por los diseños en blanco y negro que figuran en la parte inferior de las colas. Las cicatrices y la pigmentación natural, que abarca desde un blanco total a completamente negro, junto con los bordes afestonados de la cola, le dan a cada una ballena una identificación distintiva. Las fotos de las colas de las ballenas jorobadas les han permitido a los investigadores monitorizar los movimientos, la salud y el comportamiento de ejemplares individuales desde que comenzó dicha investigación en la década de 1970.

En el Santuario Marino Nacional de Stellwagen Bank, “Salt” [Salada], la ballena más famosa del santuario y madre de otras doce, fue la primera ballena jorobada de la costa Este en recibir un nombre y la primera ballena del santuario en ser identificada cerca de la República Dominicana.

“La historia de Salt es un ejemplo del poder de la ciencia de colaboración”, dijo Craig MacDonald, superintendente del Santuario de Stellwagen Bank. “Carib Tails representa una emocionante oportunidad para que los científicos ciudadanos nos ayuden a ampliar y enriquecer nuestro conocimiento sobre cómo esta especie carismática nos conecta con nuestros homólogos caribeños”.

“Las ballenas recorren largas distancias que las llevan a destinos que igualmente favorecen los propietarios de yates”, aseguró Alessandra Vanzella-Khouri, directora del programa UNEP-SPAW. “Para los amantes del océano, ¿qué mejor forma de respetar el entorno marino y agregar valor a tu viaje que convertirte en un científico ciudadano?”

Salt es una ballena abuela del Santuario Marino Nacional de Stellwagen Bank. Desde 1985, ha acompañado a doce de sus crías desde la zona de apareamiento y cría en el Caribe hasta la zona de alimentación en Nueva Inglaterra.

El Programa de Santuarios Hermanos del Santuario de Stellwagen Bank comenzó en 2007 con el fin de incrementar el conocimiento del público y contribuir a mejorar la recuperación de la población compartida de ballenas jorobadas por medio de la investigación conjunta, la monitorización, la educación y otros programas.

Stellwagen Bank abarca 2.180 kilómetros cuadrados de océano, y se extiende entre el cabo Ann y el cabo Cod frente a las costas de Massachusetts. Reconocido por su diversidad biológica y su extraordinaria productividad, el santuario es un destino famoso de avistamiento de ballenas y apoya una rica colección de vida marina.

Los esfuerzos por proteger a las ballenas jorobadas en peligro de extinción tienen una larga historia. En 1946, la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de la Ballena reguló la pesca comercial de las ballenas jorobadas. En 1966, la Comisión Ballenera Internacional prohibió la pesca comercial de las ballenas jorobadas. En junio de 1970, las ballenas jorobadas fueron designadas “especie en peligro de extinción” por la Ley de Conservación de Especies en Peligro de Extinción (ESCA) de Estados Unidos. En 1973, la Ley de Especies en Peligro de Extinción (ESA) reemplazó a la ley ESCA, y siguió incluyendo a las ballenas jorobadas como especie en peligro de extinción. Las ballenas también están protegidas por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos (MMPA), la cual redujo las amenazas a las ballenas jorobadas por medio de reglamentaciones pesqueras.

La MMPA, aprobada el 21 de octubre de 1972, contribuye a proteger mamíferos marinos como las ballenas, los osos polares, las nutrias marinas, las morsas y los manatíes, al igual que los ecosistemas oceánicos que los sustentan.

Gracias a las protecciones estipuladas por esta ley, las poblaciones de especies que antes estaban en disminución, como el manatí de las indias occidentales, el león marino de California, la foca de puerto del Pacífico y el elefante marino, han aumentado de manera sostenida.

Según informó la NOAA, gracias a los esfuerzos de protección las cifras de ballenas jorobadas están aumentando.

En el hemisferio sur, se calculaba que la cantidad de ballenas jorobadas antes de la explotación comercial era de aproximadamente 100.000 ejemplares. La actual población del hemisferio sur puede que supere los 25.000 ejemplares, si bien la NOAA ha declarado que tiene pocos datos sobre los cuales basar esta cifra estimada.

En el Pacífico norte, la cifra de ballenas jorobadas se calculaba en menos de 1.400 ejemplares en 1966, después de una considerable explotación comercial. La cifra actual que se calcula en el Pacífico norte es de aproximadamente 20.000 ejemplares.

La NOAA informó que, para el Atlántico norte, el mejor cálculo disponible es alrededor de 11.500 ballenas.



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