NUEVA YORK.- La nieve parece decidida a no conceder
respiro a los neoyorquinos. La tercera gran tormenta invernal en lo que
llevamos de año azotó el lunes a la ciudad y para esta misma semana se esperan
otras dos fuertes nevadas, según anunció el alcalde Bill de Blasio.
Sin que haya habido apenas tiempo para limpiar las
alrededor de ocho pulgadas de nieve que cayeron ayer, las previsiones apuntan a
que comenzará a nevar de nuevo esta noche y no parará hasta el miércoles por la
mañana. Otra potencial tormenta podría llegar para el fin de semana, poniendo
al límite la paciencia de los ciudadanos.
"Llevo aquí 10 años y es el peor invierno que
recuerdo", dijo el ecuatoriano Osvaldo Martínez (45). "Es como si te
dieran una golpiza y antes de que te levantes del suelo, te golpean otra vez.
Esta semana si pudiese no saldría de casa".
De Blasio pidió expresamente a los neoyorquinos que
utilicen al máximo esta semana el transporte público y eviten sacar sus coches
para que se pueda limpiar lo antes posible la nieve de las calles.
El alcalde admitió en conferencia de prensa que la
respuesta municipal ante la gran nevada del pasado 21 de enero "había
dejado que desear", y que por ello se habían tomado nuevas medidas para
esta ocasión. Entre ellas, se decidió suspender los servicios de recogida de
basuras y reciclaje con suficiente antelación para que todos los recursos del
Departamento de Sanidad fueran redirigidos a la limpieza de la nieve y al
esparcimiento de sal.
Se hicieron esfuerzos asimismo para que se coordinen
mejor las agencias municipales. Por ejemplo, las cámaras de seguridad de NYPD
estuvieron a disposición de los servicios de recogida para conocer qué áreas
necesitan más atención.
"No espero que los neoyorquinos sean pacientes,
eso no está en su naturaleza, pero tienen que entender que nuestra prioridad es
la limpieza de las carreteras y calles primarias", dijo De Blasio.
"De ellas dependen el acceso a los hospitales y a los servicios más importantes".
Las escuelas permanecieron abiertas de nuevo ayer
—solo se cerraron durante la primera gran nevada del 2 de enero— lo que
enfureció a algunos padres.
"Sacar a los niños hoy (por ayer) a la calle es
un peligro. No se ve ni por dónde caminas", se quejó la dominicana
Guillermina Rosa (39). "He llevado a mis dos hijas a la escuela esta
mañana porque no quiero que pierdan clase, pero deberían pensar un poco más en
los niños, que son los más vulnerables. Esto es inhumano".
Los centros de ancianos cerraron después del
mediodía. Las regulaciones de estacionamiento alterno también fueron canceladas
y continuarán suspendidas hoy.
El alcalde añadió que si la tormenta hubiese llegado
durante la celebración de la Super Bowl el caos podría haber sido enorme. Con
todos, los fanáticos que regresaban a sus lugares de origen se vieron afectados
por el casi un millar de cancelaciones que se produjeron en los vuelos de los
principales aeropuertos.
Por JUAN MATOSSIAN/Edlp
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