Veinte países reiteran luchar contra el tráfico ilegal en el Caribe

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Flotas de interceptación marítima, mecanismos de intercambio de información, estrategias regionales y derechos humanos fueron algunos de los temas cubiertos por líderes civiles, de defensa y de las fuerzas de seguridad de 20 países, que se reunieron en Santo Domingo para analizar los esfuerzos en materia de seguridad en el Caribe.

Organizado por República Dominicana cerca del mar que lleva el nombre de la región, la reunión anual de la Conferencia de Seguridad de las Naciones del Caribe de este año se realizó con la participación de delegaciones de Antigua y Barbuda, Barbados, las Bahamas, Belice, Canadá, Colombia, Francia, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Países Bajos, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, el Reino Unido y Estados Unidos.

“El Caribe divide al Norte del Sur y al Este del Oeste”, dijo a los participantes el almirante Sigfrido Pared Pérez, ministro de Defensa de la República Dominicana, en sus declaraciones de inauguración. “De la misma manera que el Caribe atrae a los [visitantes] que quieren saber más sobre esta, [la región] también atrae a la delincuencia internacional”.

El tema de la conferencia patrocinada por el Comando Sur de Estados Unidos fue “Fortalecimiento a la CBSI para la Seguridad del Caribe: apoyo a la capacidad de combatir el crimen organizado transnacional”. La CBSI, forma abreviada en inglés de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe, fue desarrollada por los líderes de Estados Unidos y el Caribe para reducir sustancialmente el tráfico ilegal, aumentar la seguridad pública y promover la justicia social mediante la integración de enfoques que aborden esas áreas prioritarias.

Francisco Palmieri, vicesecretario adjunto de Estado para Asuntos de América Central y el Caribe, informó a los participantes sobre el progreso y la importancia de la CBSI.

“Dado que las iniciativas de seguridad regional en Colombia, México y América Central producen éxitos, sabemos que la violencia y la delincuencia transnacional se volverán esencialmente un desafío más grande en el Caribe”, sostuvo.

 “La CBSI está brindando un marco útil y necesario para la coordinación y la colaboración regionales, a fin de prevenir eficazmente el impacto y combatir la presencia de estas organizaciones criminales transnacionales”, dijo.

Palmieri señaló que Estados Unidos ha comprometido más de 263 millones de dólares desde 2010 para apoyar la iniciativa, lo que incluye más de 60 millones de dólares en 2013.

Como parte de su asistencia a la región en virtud de un programa financiado por la CBSI denominado Mares Seguros, el Comando Sur de Estados Unidos donó barcos de interceptación, paquetes de comunicación, repuestos y herramientas, además de brindar capacitación a integrantes de la Guardia Costera, la fuerza naval y otras fuerzas de patrullaje marítimo en el Caribe.

Al dirigirse a los asistentes, el general John Kelly de la Infantería de Marina de Estados Unidos, comandante del Comando Sur, subrayó la necesidad de contar con enfoques que tengan en cuenta el aspecto fiscal para apoyar la seguridad regional, dado que los desafíos económicos obligan a los países a usar juiciosamente sus presupuestos de seguridad.

“Vamos a tener que lograr que cada dólar para defensa que recibamos colectivamente funcione con exactitud de la manera correcta y de la manera más eficiente”, señaló Kelly. “Por encima de todo, cualquier inversión en seguridad marítima que haga el Comando Sur o [la comunidad del Caribe] debe ser sostenible”.
Un programa en curso en el marco de la CBSI enviará un equipo estadounidense de asistencia técnica para ayudar a los países caribeños a desarrollar sistemas de mantenimiento, logística y adquisiciones que son esenciales para sostener la preparación a largo plazo de las fuerzas de patrullaje marítimo y la vida útil de los recursos de patrulla marítima.

El comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos, John Dettleff, describió el progreso de los esfuerzos del equipo, durante una sesión informativa sobre el programa.

“Estamos tratando de ayudar a los países caribeños asociados a rastrear mejor la finalización del mantenimiento preventivo de los recursos marítimos y a mantener un inventario de partes y reservas sostenible, para que sus flotas de interceptación sigan en funcionamiento”, explicó Dettleff. “Ellos dependen de esas flotas para interceptar el tráfico ilegal en sus aguas territoriales”.

Según Dettleff, el personal del equipo basado en el Comando Sur estará completo en primavera y sus 15 miembros se enfocarán en ayudar a los países asociados a realizar evaluaciones de barcos, aplicar un plan de mantenimiento a 10 años para sus naves, y a desarrollar y desplegar un sistema de apoyo para el seguimiento del mantenimiento y los suministros.

Si tiene éxito, “en última instancia, [el equipo] daría fin a su trabajo”, comentó Dettleff, ya que las fuerzas marítimas regionales asumirían la supervisión completa de sus programas de mantenimiento.

Un nuevo mecanismo para intercambiar información, otra área clave de interés para los países participantes, fue el enfoque de una sesión informativa que dirigió el coronel del Comando Sur, Scott Zamzow, quien informó a los asistentes sobre el Sistema Cooperativo de Integración de Información Situacional, un sistema basado en Internet que permite a los países intercambiar de manera segura rastreos aéreos, marítimos y terrestres casi en tiempo real.
“Estamos a unos cuatro meses de finalizar la implementación operativa”, informó el coronel a los participantes, mientras describía las herramientas y actividades de capacitación que ayudarán a los usuarios a hacer la transición al nuevo sistema.

 Zamzow dijo que el sistema es más fácil de usar que su predecesor, es expandible y puede admitir otras misiones, como la asistencia ante desastres.

El nuevo sistema es uno entre varios mecanismos de intercambio de información que Estados Unidos está ayudando a la región a utilizar para mejorar la circulación de información entre los países que trabajan juntos para luchar contra las sofisticadas redes de delincuencia transnacional.

“En mi opinión, no hay que pensarlo mucho, porque es una manera de mejorar a bajo costo tanto la seguridad regional como la eficacia operativa”, aseveró Kelly al referirse a las tecnologías que facilitan los intercambios de información entre socios regionales. “Una mejor comunicación entre nuestros asociados también serviría para abordar las inquietudes regionales sobre el aumento del tráfico de drogas y armas de fuego ilegales”.

El comandante Murphy Pryce, en representación de la Agencia de Implementación de la Comunidad del Caribe para el Crimen y la Seguridad, informó a los asistentes sobre la estrategia de crimen y seguridad de la región y dio a conocer la estrategia de lucha contra el tráfico ilícito en el Caribe, desarrollada en 2013 por los estados miembros de la Comunidad del Caribe.

Durante sus conversaciones, las delegaciones trabajaron para identificar ejercicios, actividades de capacitación y planes que ayudarán a la región a llevar sus estrategias a la acción y a cumplir con los objetivos compartidos.

La Oficina de Derechos Humanos del Comando Sur participó en la conferencia por primera vez. La directora de la Oficina, Leana Bresnahan, ofreció una descripción general del Programa de derechos humanos y el amplio trabajo [del Comando Sur] con instituciones regionales militares y de seguridad para apoyar los objetivos de derechos humanos.
Al abordar la creciente función de las fuerzas armadas de la región en el apoyo de las operaciones de cumplimiento de la ley dirigidas contra la delincuencia organizada transnacional, Bresnahan destacó la necesidad de que esas misiones cuenten con un fuerte componente de derechos humanos para tener éxito.

“Combatir la delincuencia organizada transnacional será imposible si las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas no cuentan con la confianza del público”, manifestó, haciendo eco del punto de vista que un funcionario del Departamento de Estado había expresado en una conferencia sobre derechos humanos en 2012 en Guatemala.
Elogió a República Dominicana por fundar la primera escuela de derechos humanos para las fuerzas armadas en toda América Latina, donde más de 20.000 alumnos civiles y militares han recibido capacitación en derechos humanos desde que abriera sus puertas hace 14 años.

La conferencia finalizó con un diálogo ejecutivo entre los líderes principales que se centró en los métodos de intercambio de información e inteligencia, la participación en acuerdos regionales, el fortalecimiento de las capacidades actuales y la expansión de los centros conjuntos de operaciones de inteligencia.

Esta fue la 12 ª Conferencia de Seguridad de las Naciones del Caribe patrocinada por el Comando Sur. Este organizó la conferencia anterior en su sede en Miami en 2012.


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