BERLÍN (28 Junio 2014).- Invitados de varios países
de Europa, como el presidente de Austria Heinz Fischer, asisten hoy a la
ceremonia de conmemoración por el centenario del estallido de la I Guerra
Mundial, en la capital de Bosnia-Herzegovina. Pero mientras el tono oficial del
centenario es de lamento del asesinato del archiduque Francisco Fernando,
heredero al trono austrohúngaro y que dio inicio a la Primera Guerra Mundial,
no son pocas las voces que celebran el magnicidio en tono festivo.
Varios representantes serbios y serbobosnios desean
hoy expresar su homenaje a Gavrilo Princip, autor del atentado, y se han negado
a participar en los actos conmemorativos. La mayoría de los serbios, de hecho,
considera a Princip como un héroe de la emancipación de los pueblos eslavos de
los Balcanes, contra la visión de bosnios musulmanes y croatas, para quien fue
un terrorista.
"Nunca se debe olvidar que ese disparo abrió la
puerta de la libertad y la liberación de la esclavitud", ha declarado a la
emisora serbia B92 el afamado cineasta Emir Kusturica. "Es injusto olvidar
el significado social del atentado de Princip y de la organización
revolucionaria y multiétnica 'Mlada Bosna' (Joven Bosnia) como un acto contra
la ocupación austrohúngara y la anexión de Bosnia en 1908" ha defendido.
Una
celebración alternativa
Kusturica celebrará la conmemoración alternativa en
Andricgrad, un pueblo dedicado a las artes y la cultura en la ciudad
serbobosnia de Visegrad y que celebra hoy su inauguración oficial coincidiendo
con el centenario. Allí acudirá la cúpula oficial serbobosnia y autoridades de
Serbia, así como los jerarcas de la Iglesia ortodoxa serbia. Entre los actos
destacan la apertura de un mosaico en homenaje a Princip y los miembros de
Joven Bosnia.
Un hombre con una
bandera serbia camina por delante de un mural dedicado a Gavrilo Princip.
En Sarajevo, mientras tanto, se celebra el centenario en un tono completamente distinto y con un mensaje de unidad a un país dividido y a un continente sacudido por una profunda crisis social y económica. El acto central será un conierto de la Filarmónica Vienesa cuyo presidente, Clemens Hellsberg, ha explicado que el programa ha sido concebido para presentar un recorrido a través de la historia y del alma humana, y para dirigir a la vez un mensaje por la paz. "Deseamos crear un vínculo de amistad, amor y lenguaje común a través de la música. Deseamos ofrecer también una visión de un futuro común y de paz", dijo Hellsberg. El concierto comenzará con el himno bosnio y concluirá con el de la Unión Europea, cuyo jefe de Delegación en Bosnia, Peter Sorensen, ha querido enviar a los ciudadanos de su país el mensaje de que "el diálogo, la reconciliación, la paz, el entendimiento mutuo y la cooperación son los fundamentos de la vida común de los europeos".
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