Nosotros, los lideres de Canadá, Francia, Alemania,
Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, el presidente del Consejo
Europeo y el presidente de la Comisión Europea nos unimos para expresar nuestra
grave preocupación sobre las actuaciones continuadas de Rusia para socavar la
soberanía, integridad territorial e independencia de Ucrania.
Una vez más condenamos la anexión ilegal de Crimea
por parte de Rusia y las actuaciones para desestabilizar el este de Ucrania.
Tales actuaciones son inaceptables y constituyen una violación del derecho
internacional.
Condenamos el trágico derribo del vuelo 17 de Aerolíneas
de Malasia y la muerte de 298 civiles inocentes. Exigimos una investigación
internacional transparente, pronta, completa, sin impedimentos y transparente.
Hacemos un llamado a todas las partes a que establezcan, mantengan y respeten
plenamente un alto el fuego en la zona del derribo y sus alrededores, como
exige la resolución 2166 del Consejo de Seguridad, para que los investigadores
puedan realizar su trabajo y recuperar los restos de todas las victimas y sus
posesiones personales.
Este terrible acontecimiento debería haber marcado
un cambio en este conflicto, haber causado que Rusia suspenda su apoyo a los
grupos ilegales armados en Ucrania, asegure su frontera con Ucrania y detenga
el flujo de armas, equipamientos, y militantes a través de la frontera para
lograr resultados rápidos y tangibles en la desintensificación.
Lamentablemente, sin embargo, Rusia no ha cambiado
el curso. Esta semana, todos hemos anunciado sanciones coordinadas adicionales
a Rusia, incluyendo sanciones sobre empresas especificas que operan en sectores
clave de la economía rusa. Consideramos esencial demostrar a los dirigentes
rusos que deben cejar en su apoyo a los separatistas en el este de Ucrania y
participar de manera tangible en la creación de las condiciones necesarias para
el proceso político.
Estamos convencidos de que debe haber una solución
política al conflicto actual, que está causando un número en aumento de
víctimas civiles. Hacemos un llamado a un acuerdo de pacificación de la crisis
en Ucrania y subrayamos la necesidad de aplicar el plan de paz del presidente
Poroshenko sin mayor dilación. Con este fin, instamos a todas las partes a que
establezcan un alto el fuego general rápido, auténtico y sostenible en base a
la Declaración de Berlín de 2 de julio con el objetivo de mantener la
integridad territorial de Ucrania. Hacemos un llamamiento a Rusia para que
utilice su influencia con los grupos separatistas y asegure el control eficaz
de la frontera, incluso por medio de observadores de la OSCE. Apoyamos a la
OSCE y el Grupo Trilateral de Contacto como elementos centrales en la creación
de condiciones para un alto el fuego.
Rusia todavía tiene la oportunidad de elegir el
camino de la desintensificación, lo que llevaría a la eliminación de estas
sanciones. Si no lo hace, sin embargo, estamos preparados para intensificar aún
más los costos de sus acciones adversas.
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