BERLÍN (30 Septiembre 2014).- A cinco minutos del final de la Copa del Mundo de
Italia 1990, Edgardo Codesal cobró un penal dudoso a favor de Alemania.
Andreas
Brehme fue el encargado de cobrarlo y con la serenidad de un veterano, el
defensor de 29 años de edad cobró al palo derecho de Goycochea para desatar la
euforia y entregarle el tercer mundial al seleccionado teutón.
Pasaron 24 años desde aquella celebración y después
de haber vivido años de fama y admiración, el jugador está al borde de la ruina
económica. De acuerdo a la página Deutsche WelleFranz Beckenbauer, solicitaron
la ayuda económica para el exjugador.
“Tenemos la responsabilidad de ayudar a Andreas
Brehme, él hizo mucho por el fútbol alemán, le dio un título, y ahora es el
turno del fútbol alemán de hacer algo por él.
Quizás podemos crear un fondo
para proteger a los jugadores que atraviesan emergencias” afirmó el entrenador
del seleccionado teutón en 1990.
Según afirma el medio alemán en diciembre Andreas
Brehme tendrá que responder ante un juzgado en Múnich por deudas con una suma
cercana a los 200.000 euros que el exfutbolista recibió en préstamo privado, y
que ha declarado no estar en condiciones de pagar. Como una posible fuente de
ingresos inmediatos Brehme puso a la venta su casa, la cual está hipotecada por
400.000 euros.
La situación es dura en Alemania para los
exfutbolistas, un estudio del Sindicato de Futbolistas Profesionales de ese
país reveló que tres de cada cuatro jugadores no están preparados para ganarse
la vida con algo diferente al fútbol, razón por la cual enfrentan la ruina
financiera al final de su carrera.
En el caso del exdefensor alemán, su último trabajo
conocido fue en el 2006, cuando ocupó en Stuttgart la posición de asistente
técnico del equipo de primera división. Desde entonces, y cada vez con menos
frecuencia, se le había visto en diferentes avisos publicitarios, o
participando en eventos públicos.
Para ayudarlo a superar su crisis financiera, el
exfutbolista profesional alemán Oliver Straube le ofreció un empleo “como
ayudante en nuestra firma de limpieza de canalizaciones. Allí él se enterará lo
que es trabajar de verdad haciendo el aseo de los sanitarios e inodoros. Eso le
servirá para enterarse de cómo es la vida y mejorar su imagen”.
Brehme jugó con su seleccionado los Mundiales de
1986, 1990 y 1994. En 1998, con 38 años, se retiró luego de haber jugado en
clubes como Barmbeck Uhlenhorst, Saarbrücken, Kaiserslautern y Zaragoza, este
último de España.
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