NUEVA YORK (23 Octubre 2014). - La ley que termina
la colaboración del Departamento de Correcciones (DOC) y la Policía (NYPD) de
la ciudad con autoridades federales migratorias beneficiará a cientos de
familias como la del mexicano César Pérez, que buscan poner freno a las deportaciones
innecesarias.
“Esta ley nos trae ánimo. Personas como mi papá no
caerán en las manos de autoridades migratorias y nuestras familias seguirán
unidas”, dijo Pérez (20), cuyo padre José se encuentra pendiente de deportación
pese a no haber cometido ningún crimen.
“El caso de papá es un ejemplo de cómo su
información pasó de las autoridades locales a las federales, empujando así su
deportación”, agregó, esperanzado de que la ley impulsada por la presidenta del
Concejo Municipal Melissa Mark-Viverito ayude a cambiar la situación.
La noche del 29 de septiembre, José Pérez (48 años de edad)
caminaba a su hogar en Jackson Heights, Queens, luego de un duro día de trabajo
en la industria de la construcción, cuando fue asaltado por tres adolescentes
en un intento de robo cerca de la calle 82 y la avenida Roosevelt.
El hombre se defendió y dos de sus agresores
corrieron asustados. El tercero no logró escapar y recibió algunos golpes en el
rostro. Alertados por la conmoción, varios oficiales de policía llegaron al
sitio y arrestaron a Pérez.
“Los agentes pensaron que mi papá era el criminal”,
dijo César. “Nervioso y con un limitado inglés no logró explicar que él era la
víctima”.
A Pérez, padre de cuatro, no se le radicaron cargos
luego de que la familia del adolescente no se presentara en la corte el 7 de
octubre.
“Pensamos que todo estaría bien cuando el juez pidió
a papá que se declarara culpable de una falta menor (conducta desordenada).
Saldría libre al pagar $120 de multa”, comentó César.
El consuelo de la familia se convirtió en una
pesadilla cuando los registros de las autoridades migratorias arrojaron una
orden de deportación de hace más de 20 años para José.
“Fue una horrible sorpresa, ni siquiera papá sabía
de esa orden pendiente. De una falta menor pasó a una posible deportación”,
explicó César, un activo colaborador desde 2008 de la organización
proinmigrante Se Hace Camino Nueva York.
Luego de presentarse en corte en noviembre, José
Pérez, quien está detenido en un centro de Rikers Island, debería ser
transferido a autoridades migratorias para continuar con el proceso de
deportación.
Cifras
en NYC de 2008 a agosto 2014
2,112 deportados; de esta cifra, 596 estaban
acusados o declarados culpables de delitos graves, y 811 de delitos no graves.
245 estaban en el país con una orden de deportación.
383 habían sido deportados y regresaron al país sin autorización.
ICE
se pronuncia
Luis Martínez, portavoz de la Administración de
Inmigración y Aduanas (ICE), dijo en un correo electrónico que la agencia
“solicita órdenes de detención de las personas arrestadas por cargos criminales
para asegurar que delincuentes peligrosos no sean liberados de las prisiones o
cárceles y devueltos a nuestras comunidades”.
El vocero agregó que “ICE seguirá trabajando en
cooperación con las oficinas y departamentos de la ley en Nueva York para
cumplir sus prioridades a través de la identificación y eliminación de los
criminales convictos y otras amenazas de seguridad pública”.
La agencia federal asegura que los criminales
peligrosos libres en la comunidad, en vez de estar bajo su custodia para su
deportación, socavan su capacidad de proteger la seguridad nacional e impiden
el cumplimiento de las leyes de inmigración.
“Mientras que algunos extranjeros podrían ser
arrestados por cargos criminales menores, también existe la posibilidad de que
pudieran tener antecedentes penales más graves”, sostiene la agencia en un
comunicado de prensa.
“Algunas jurisdicciones dejaron de colaborar con ICE
y liberaron a criminales peligrosos, pero éstos cometieron delitos graves y
violentos en sus comunidades”, añade el documento. Dos ejemplos en los que
presos retenidos en cárceles de Illinois fueron liberados gracias a
legislaciones locales y luego cometieron delitos graves son citados en The New
York Times. En un caso, un hombre de 23 años disparó y asesinó a su novia luego
de ser liberado en 2011. Otro de 30 años atropelló fatalmente a un peatón
mientras conducía ebrio.
Según cifras de ICE, NY es uno de los estados con
mayor población (5%) de inmigrantes no autorizados, luego de California (25%),
Texas (16%) y Florida (6%).
Por
ZAIRA CORTÉS/Edlp
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