NUEVA YORK (23 Octubre 2014).- La ONU cree que es
necesario una especie de Plan Marshall para que Haití pueda superar la pobreza
crónica y eliminar las causas que han generado epidemias como la del cólera,
desatada hace cuatro años y que ha causado 8.500 muertos.
"Es el país más pobre de la región y la falta
de agua y saneamiento son síntomas de la extrema pobreza", dijo este
jueves en una entrevista con Efe el Coordinador Principal de la ONU para la
Respuesta del Cólera en Haití, el chileno Pedro Medrano Rojas.
Se necesita un "Plan Marshall para acabar con
todas las enfermedades que están asociadas" a la falta de agua potable y
las insuficientes redes de saneamiento del país, agregó Medrano.
El cólera reapareció en Haití en octubre de 2010 y
desde entonces ha afectado a más de 700.000 personas y ha causado 8.500
muertos, una gran cantidad si se tiene en cuenta que la población de ese país
es de 10 millones de personas.
Denuncias de los afectados, que han llegado incluso
hasta los tribunales de Nueva York, indican que el brote surgió por desechos de
los residuos fecales del contingente nepalí de la misión de la ONU en Haití.
Precisamente este juves se celebró la primera vista
oral en uno de los casos presentados ante la justicia de EE.UU en la que
abogados de víctimas argumentaron por qué la ONU no goza de inmunidad, y por
tanto, debe haber un juicio y depurarse responsabilidades.
"Una cosa es la bacteria y otras cosas son las
condiciones (de pobreza en Haití). La ONU no es responsable de la pobreza en
Haití", afirmó el experto a Efe, que evitó pronunciarse sobre el
procedimiento judicial.
"Nunca ha sido la intención de la ONU llevar el
cólera a ninguna parte del mundo. Nuestro trabajo es humanitario (...). El
compromiso de la ONU con Haití está ahí. Hemos estado muchos años ayudando al
país a resolver sus problemas", insistió Medrano.
Según datos de los que dispone la ONU, sólo una
tercera parte de la población haitiana tiene un "mínimo acceso" a una
red de alcantarillado y sólo la mitad tiene acceso a servicios de salud.
La mayoría de los fallecimientos de niños menores de
5 se debe a diarreas por falta de una infraestructura que asegure un suministro
de agua potable.
Aunque el país sigue a marchas forzadas para superar
los efectos del terremoto que devastó esa nación en enero del 2010, que causó
más de 300.000 muertos, todavía tiene un fuerte rezago en sus niveles de
desarrollo.
La comunidad internacional ha venido respaldando
estos esfuerzos, pero al Gobierno de Haití le faltan fondos y ahora sólo
dispone de una cantidad anual cercana a los 40 millones de dólares aportada por
organismos y países amigos.
"El país necesita un mínimo de 200 a 250
millones de dólares al año para este tipo de inversiones (...). Al ritmo
actual, pasarán casi 50 años para que Haití alcance los mismos niveles que el
resto de América Latina" y el Caribe", agregó Medrano.
"Esto significa -insistió- tres generaciones
que van a seguir sufriendo lo mismo".
La tendencia de los afectados por el cólera se va
reduciendo, según anota el responsable de la ONU. El año pasado había un
promedio de 5.000 casos mensuales y ahora han llegado a 1.000 casos mensuales.
Pero eso no significa, insiste, en que en algún
momento pueda terminarse la epidemia. "Las causas estructurales están ahí,
la extrema pobreza, la falta de servicios sanitarios...", señala.
Parte de la reducción se puede atribuir al hecho de
que este año Haití no ha sufrido inundaciones graves por la época de
temporales, cuando normalmente se cortan caminos y se contaminan las aguas,
generando más cólera y tifus.
Pero "va a seguir siendo una amenaza" y
los peligros se pueden extender aún más a otros países. Ha habido 40.000 casos
en la República Dominicana y unos 200 en Cuba. "Han llegado casos de
cólera hasta Holanda, pero ahí lo pueden controlar", agregó.
Recordó Medrano que las epidemias del cólera que ha
vivido el mundo en el siglo XVII o XIX se producían en un escenario más
contenido. Ahora, "en un mundo globalizado, (una epidemia como la de
Haití) puede ir a África o cualquier lado", señaló.
Sobre el papel que pudo tener la ONU en la
introducción de la bacteria, el Coordinador Principal de la ONU para la
Respuesta del Cólera en Haití recordó las recomendaciones impulsadas por un
panel de expertos para las funciones de las misiones de paz.
Entre ellas figuran medidas sobre el manejo de
desechos y una mayor coordinación con países que contribuyan con tropas.
"La obligación de los países -recordó- es asegurar que su personal de tropa
cumpla con requisitos de salud".
"Es muy difícil -insistió- poder prevenir o
poder asegurar que cada una de las personas no tenga una enfermedad que es
asintomática". En algunos casos, recordó, los "cascos azules"
proceden de regiones en las que hay enfermedades endémicas.
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