WASHINGTON (16 Noviembre 2014).- Amenazas aderezadas
de insultos y humillaciones fueron parte de una carta anónima que el FBI envió
al histórico líder de los derechos civiles en Estados Unidos, Martin Luther
King, cuyo último propósito era que éste, desesperado, acabara recurriendo al suicidio.
La misiva, de 1964 y que esta semana vio la luz de
manera íntegra, muestra la obsesión del Buró Federal de Investigaciones (FBI)
dirigido por J. Edgar Hoover por demostrar la supuesta vinculación del
activista con el comunismo en plena Guerra Fría.
"Bestia anormal", "fraude" o
"ser diabólico" son algunos de los calificativos que usó la agencia
entonces al amenazar a King con revelar sus relaciones extramaritales, de las
que, dijo, eran propias de un "psicópata sexual".
"King, mira dentro de tu corazón. Sabes que
eres un completo fraude y la más grande mentira para nosotros los negros. Los
blancos de este país tienen suficientes fraudes por sí mismos, pero estoy
seguro de que en este momento no tienen uno que te iguale", se indica en
el texto.
Apenas unos días antes de que recibiera el Premio
Nobel de la Paz en 1964, la carta fue enviada por el FBI a casa del defensor de
los derechos civiles y recogida por su esposa, Coretta, que encontró junto a
ella una grabación que ilustraba los presuntos deslices sexuales de su marido.
Escrita de manera anónima, el supuesto autor se
hacía pasar por un seguidor de King totalmente decepcionado con su actitud por
haber traicionado a su mujer con otras relaciones y le daba un plazo de 34 días
para suicidarse si no quería que se destapase su historia.
"Estás acabado. Sólo hay una salida para ti. Es
mejor que la tomes antes de que tú, anormal, sucio fraude, seas expuesto ante
la nación", reza la carta.
La misiva, de una página y escrita a máquina, fue
encontrada por la profesora de la Universidad de Yale Beverly Gage y publicada
por el diario The New York Times.
Hoover, fundador y líder del FBI durante casi cuatro
décadas, temía que el fulminante ascenso de King como figura defensora de los
derechos de los negros acabara con sus esfuerzos por desacreditarle en medio de
una de las épocas más duras y críticas de la ley Jim Crowe, que legalizaba la
segregación racial en el país.
La carta había dio publicada por las autoridades
federales tras pasar por una estricta edición, pero Gage halló el documento
original en los Archivos Nacionales de College Park (Maryland), a las afueras
de Washington DC, en medio de la investigación que está llevando a cabo sobre
Hoover.
La tensa y conflictiva relación entre King y Hoover
no era, sin embargo, un secreto: el director del FBI llegó a decir en público
refiriéndose al activista que era "el mentiroso más notorio del
país".
Por eso, como explica Gage, King sospechó desde un
principio que el FBI era quién estaba detrás de la mordaz misiva, aunque nunca
llegó a denunciarlo y sólo se supo sobre su existencia una década después del
asesinato del activista, cuando Hoover ya había fallecido.
La persecución que abanderó la agencia federal
contra King fue tan escandalosa que, según Gage, su actual director, James
Comey, conserva una copia de la solicitud de intervención telefónica del FBI a
King en su escritorio "como un recordatorio de la capacidad de la agencia
para hacer el mal".
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