MADRID (29 Noviembre 2014).- ¡A comer! Es la hora del almuerzo. Una familia siria
se dispone a saborear su kubbeh, mientras en Níger una madre ha decidido
cocinar maca, unos niños de Myanmar ya se relamen con una pe hinn cho, otros en
el Chad ya están terminando el ech bbe mula kawal y, en Colombia, todo está
listo para arrasar con el pollo sudado. Diferentes platos típicos, diversas
culturas, realidades paralelas y un punto en común: comer en familia. Este
gesto cotidiano todavía es inalcanzable para más de 800 millones de personas
que todavía sufren hambre, para los que cada grano de comida es un bien
preciado, mientras en otros rincones del mundo se sigue derrochando o tirando a
la basura.
El objetivo de erradicar el hambre, que se incluye
dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) está a punto de caducar
, pero aún es una deuda pendiente. Según los últimos datos de la Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor
de 805 millones de personas están crónicamente subalimentadas en el planeta. A
pesar de lo alarmante de la cifra, se ha logrado que este mal disminuya en más
de 100 millones en la última década.
"Para estas personas cada grano de comida que
reciben es preciada y no se pueden imaginar un desprecio de esta comida o
encontrarla en la basura. Ese es el mensaje que tenemos que difundir, que antes
de comprar demasiado y tirar a la basura, podemos donarla a otra gente que lo necesita",
explica a EL MUNDO la Directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las
Naciones Unidas en Bruselas, Krystyna Bednarska, de visita en España con motivo
de la inauguración de la exposición Comer en familia - ¿qué nos une?.
Esta muestra recorre, a través de imágenes
realizadas por el fotógrafo Chris Terry, cómo se come en familia en Ecuador,
Chad, Jordania, Níger y Myanmar. En estos cinco lugares sus ciudadanos viven en
situaciones complicadas: en Ecuador y Myanmar los retratados son refugiados,
mientas que en Níger son ciudadanos que sufren los estragos de las condiciones
climáticas extremas. "Estas personas buscan un cierto sentimiento de
normalidad en el hecho de tener la comida que les permite preparar sus platos y
reunirse en familia", destaca Bednarska. Sentarse a comer es una actividad
diaria con la que la muestra quiere acercar a las mesas europeas una realidad a
veces invisible.
En los cinco países representados, el PMA asiste a
la población con la ayuda del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección
Civil de la Comisión Europea (ECHO). Sin embargo, en la actualidad hay
importantes puntos calientes a lo largo del planeta. "En estos momentos
tenemos cinco emergencias mayores que tenemos que afrontar: la crisis del
ébola, la de Siria, que no estamos viendo su fin, la de República
Centroafricana, la de Sudán del Sur y la de Irak. Hay muchos focos importantes,
pero no nos olvidamos de las crisis olvidadas, que más temprano o más tarde
pueden tornar en crisis mayores", explica la responsable del PMA.
Brasil,
fuera del mapa del hambre
Uno de los países que sí ha logrado superar el reto
del hambre ha sido Brasil . El ejecutivo ha reducido a la mitad el porcentaje
de su población que padece hambre, cumpliendo así uno de los ocho ODM.
"Brasil es un ejemplo para los demás países por el compromiso del propio
Gobierno, que independiente de los sucesivos cambios, ha mantenido el reto como
uno de los más importantes que quiere alcanzar", subraya la Directora del
PMA de las Naciones Unidas en Bruselas.
Tal ha sido el papel de Brasil que el PMA ha
instalado una oficina en Brasilia, en colaboración con el Gobierno, para
transmitir sus exitosas experiencias. El país sudamericano es también ejemplo
de Cooperación Sur-Sur, una modalidad de intercambio de Ayuda Oficial al
Desarrollo entre países en vías de desarrollo que está ganando fuerza en los
últimos años.
Este tipo de casos dan fe de que la Cooperación al
Desarrollo está cambiando de rumbo, lo que también ha sido asumido por la UE.
"La Comisión a partir de ahora va a trabajar no sobre departamentos
sectorializados, sino sobre objetivos y equipos de programa. El paradigma ha
cambiado", aclara el Director de la Representación en España de la
Comisión Europea, Francisco Fonseca, que también estuvo presente en la
inauguración de la exposición el pasado miércoles. Para lograr que las acciones
sean eficaces es necesario aunar fuerzas y que todas las organizaciones
trabajen unidas, según explica Fonseca.
El mundo ha cambiado y también sus necesidades.
"Los retos globales son que los grandes movimientos demográficos por
primera vez en la historia son globales y el modelo de paz y de prosperidad que
promueve Europa sólo es posible si hacemos frente al problema demográfico, de
inmigración, al problema de hambre en el mundo ligado al demográfico, nuestra
seguridad energética sólo es posible si tenemos países estables con una
población que encuentra su medio de supervivencia en su país, el tema del
terrorismo...", detalla el representante de la Comisión Europea.
La exposición Comer en familia - ¿qué nos une? forma
parte de un proyecto europeo que pretende concienciar sobre el hambre cero y
que a través de la página web www.familymeal.eu difunde más fotografías y
recetas típicas de diferentes familias del mundo.
Exposición 'Comer en familia-¿qué nos une?'. En el
pasillo que une la plaza del Metro con la terminal T2 del Aeropuerto Adolfo
Suárez Madrid-Barajas. Hasta el 19 de diciembre.
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