Presidenta Dilma Rousseff asegura que el escándalo de Petrobras 'cambiará el país'
SAO PAULO (16 Noviembre 2014).- Las investigaciones
por los casos de corrupción en Petrobras, petrolera estatal brasileña,
"pueden cambiar el país" según aseguró la presidenta Dilma Rousseff,
"en el sentido de que se va a acabar con la impunidad".
La mandataria, que se encuentra en Brisbane,
Australia, participando en la cumbre del G-20, se manifestó este domingo por
primera vez desde que fue reelegida sobre el escándalo que ha provocado ya el
arresto de 23 personas entre miembros de Petrobras y otras empresas por la
trama de corrupción que habría movido cerca de 10.000 millones de reales (unos
3.300 millones de euros) de manera irregular.
Por ahora, las detenciones están centrándose en los
corruptores, o sea en las empresas y no en los políticos corruptos. Entre los
presos, se encuentran dirigentes de importantes empresas de ingeniería como UTC
y OAS y de constructoras como Camargo Correa. El ex director de operaciones de
Petrobras, Paulo Roberto Costa, y el cambista de divisas en negro, Alberto
Yousseff, aceptaron delatar a otros implicados en la trama a cambio de reducir
sus penas, arrojando luz sobre un escándalo que marcó la carrera a la
presidencia con las filtraciones de que la propia trama habría servido para
financiar la campaña de Dilma en 2010.
Pese a todo, Dilma fue reelegida el pasado 26 de
octubre con una mínima ventaja de tres puntos porcentuales (51% contra 48%) de
los votos emitidos en la segunda vuelta. Este domingo, aseguró que el caso
Lava-Jato es "diferente" a otros escándalos por ser "el primero
en ser investigado". "Cambiará las relaciones entre la sociedad
brasileña, el estado y las empresas privadas", aseguró en relación a la
sensación de fin de impunidad que transmite la investigación. No obstante,
pidió tener "cuidado" con las publicaciones, pues "no todas las
investigaciones pueden darse como concluidas".
Recordó, además, que la petrolera "no tiene el
monopolio de la corrupción" y habló de otros casos en el mundo como la
norteamericana Enron. "No se puede condenar a las empresas, sino a las
personas de los dos lados, tanto corruptos como corruptores", afirmó.
A pesar de esa postura, son muchos los que en la
oposición creen que Dilma tenía conciencia del desvío de dinero que se llevó a
cabo en Petrobras cuando ella misma era jefa del consejo de administración de
la estatal. Su cercanía a la estatal y la escasa ventaja conseguida en las
recientes elecciones llevó a 10.000 personas a las calles de Sao Paulo a pedir
el 'impeachment' de la mandataria sólo tres semanas después de su reelección.
En la marcha, que tuvo eco en otras ciudades, un pequeño grupo pedía una
intervención militar en el país, generando una división entre los tres grupos
de manifestantes.
Por
GERMAN ARANDA/El Mundo
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