GINEBRA, Suiza (7 Noviembre 2014).- Al menos uno de cada cinco contagios de
ébola ocurren en funerales o en situaciones directamente vinculadas a este
rito, cuando hace tres meses era el foco de infección en más de la mitad de los
casos en Liberia y Sierra Leona.
Lo confirmó hoy el jefe del equipo de zoonosis
emergentes y epidémicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Pierre
Formenty, en la presentación de un nuevo protocolo sobre funerales seguros y
dignos de fallecidos por el ébola.
Los casos de transmisión del virus del ébola en
funerales han variado entre Guinea, Liberia y Sierra Leona, donde el virus
circula de manera intensa desde el pasado marzo, con más de 13.000 afectados y
cerca de 5.000 muertes en total.
Según Formenty, el pasado agosto en los dos últimos
países los contagios en funerales habían llegado a representar el 60 por ciento
de todos los reportados.
Sin embargo, "esa tendencia ha
disminuido", declaró el experto en una rueda de prensa en Ginebra.
Los estudios han concluido que los cadáveres de
personas fallecidas por ébola pueden ser hasta diez veces más contagiosos que
los infectados vivos.
El contagio puede ocurrir en varias situaciones del
rito funerario, que en África, y en particular en los países de su región
occidental, tienen un significado muy importante para las comunidades.
Según los expertos, esas costumbres tienen que ver
sobre todo con tocar, abrazar o besar al fallecido, llorar encima de él, el
lavado de su cuerpo, así como con la distribución de sus pertenencias entre
familiares y amigos.
Por esa razón, la OMS y las organizaciones
humanitarias que trabajan sobre el terreno consideraron prioritario establecer
prácticas seguras en esos ritos y sobre todo aceptables para la comunidad y las
familias, a través del protocolo presentado hoy.
Formenty calificó de fundamental "la creación
de una relación de confianza y respeto entre los equipos de enterradores y las
familias y grupos religiosos", con iniciativas como la invitación a las familias
a ayudar a cavar las tumbas, ofrecer la opción del lavado del cuerpo (o
ablución) en seco y una mortaja para su envoltura.
Esas medidas "suponen una diferencia
significativa en la curva de la transmisión del ébola", recalcó el
experto.
En general, el protocolo de la OMS promueve la
inclusión de las familias y los clérigos locales en la preparación del
entierro, respetando las especificidades de cristianos y musulmanes.
Este enfoque es esencial para detener la epidemia
del ébola, ya que "si al dolor por la pérdida de un familiar se agrega el
causado por un entierro que consideran indigno, la próxima familia rechazará al
equipo de enterradores y la transmisión aumentará", explicó Formenty.
Los equipos de enterradores con equipamiento de
protección adecuado para efectuar su tarea pertenecen a las sociedades
nacionales de la Cruz Roja, entrenados por expertos de la Federación
Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, cuya sede mundial está en
Ginebra.
Esta institución detalló hoy que los equipos de
enterradores y desinfección de las casas de los fallecidos han efectuado 2.292
entierros y cremaciones de víctimas de ébola en Liberia, 1.203 en Guinea y 909
en Sierra Leona.
A pesar de su meritorio trabajo, esos equipos -en
gran parte formados por voluntarios- son víctimas de ostracismo y
estigmatizados en sus propias comunidades, que los consideran diseminadores del
virus.
La aplicación del nuevo protocolo de la OMS intenta
también acabar con esos prejuicios, garantizando que el procedimiento de los
entierros sea lo más seguro posible.
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