NUEVA YORK (28 Diciembre 2014).- Los policías se
reunieron el sábado para despedir a Rafael Ramos, uno de los agentes asesinados
hace una semana en Nueva York por un hombre que decía querer vengar las muertes
de afroamericanos a manos de las fuerzas del orden.
Vestidos con sus uniformes de gala color azul, los
agentes siguieron el funeral de su compañero en pantallas gigantes instaladas
en el exterior de la iglesia, en la que se dieron cita numerosas autoridades
encabezadas por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
"Creo que hablo en nombre de toda la nación
cuando digo que nuestros corazones duelen", dijo Biden, quien trasladó sus
condolencias a la familia de la víctima y a todo el Departamento de Policía de
Nueva York (NYPD), del que dijo que es "probablemente el mejor
departamento de policía del mundo".
La frase, que arrancó los aplausos del auditorio,
llega después de meses de tensión en todo el país como consecuencia de las
muertes de varios ciudadanos afroamericanos a manos de agentes, que
desencadenaron fuertes protestas contra la violencia de los policías y su
supuesto racismo.
Ramos y Liu fueron asesinados por una persona de
raza negra, Ismaaiyl Brinsley, de 28 años, que se suicidó poco después de
perpetrar el doble asesinato, en el distrito neoyorquino de Brooklyn.
Brinsley, que padecía problemas mentales, actuó
invocando el nombre de dos afroamericanos que murieron a manos de la Policía,
uno de ellos Eric Garner, en Nueva York, en julio pasado, y el otro Michael
Brown, en Ferguson (Misuri), en agosto.
Hoy, Biden se mostró convencido de que Nueva York
guiará la reconciliación en el país, que ha visto reflotar las tensiones
raciales del pasado. "Creo que esta gran fuerza de policía y esta ciudad
increíblemente diversa demostrarán al país cómo superar cualquier
división", dijo el vicepresidente.
Tras él intervinieron el gobernador del estado de
Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, que ha
sido el blanco de las iras de los policías tras el asesinato de sus dos
compañeros.
Los sindicatos policiales critican a De Blasio por
la comprensión que mostró ante las protestas organizadas a raíz de la decisión
de un gran jurado de no presentar cargos contra el agente involucrado en la
muerte de Eric Garner, que falleció en julio tras ser inmovilizado con una
llave ilegal.
Una de las principales organizaciones policiales de
la ciudad llegó a acusar al alcalde de tener "sangre en sus manos" y
hoy pudieron verse algunos carteles pidiendo su dimisión en el exterior de la
iglesia de Queens donde se celebró el funeral.
Durante la intervención de De Blasio, parte de los
agentes reunidos ante el templo se dieron la vuelta para mostrar su
descontento, en un gesto similar al que varios policías le dedicaron hace una
semana a su llegada al hospital donde reposaban los cuerpos de Ramos y Liu.
En su discurso, De Blasio trasladó sus condolencias
a las familias de las víctimas y a todo el Departamento de Policía de Nueva
York, al que alabó por su labor. "Aquellos que se dedican a proteger a los
demás pertenecen a una raza especial", dijo el alcalde, que aseguró que
Nueva York ha perdido "un héroe" con la muerte de Ramos.
El agente de origen puertorriqueño, de 40 años y
padre de dos hijos, fue hoy recordado como un hombre bondadoso y muy
involucrado con su iglesia local.
"Rafael es un héroe", dijo el jefe de la
Policía de Nueva York, William Bratton, quien rememoró cómo el agente llegó al
cuerpo con más edad que muchos de sus compañeros y sirvió de ejemplo para los
más jóvenes.
"Ahora nosotros somos vuestra familia como
éramos la familia de vuestro padre", dijo Bratton a los hijos de Ramos,
recordando que el agente fue asesinado por su uniforme y confiando en que de la
tragedia se saquen lecciones para mejorar las relaciones entre las fuerzas del
orden y las comunidades a las que sirven.
Ramos, que en los últimos tiempos se estaba
preparando para ser capellán, fue nombrado hoy por Bratton capellán honorífico
de su distrito policial.
Además, tanto él como su compañero serán ascendidos
a título póstumo a la categoría de detectives de primer grado, anunció el jefe
de la NYPD.
El funeral de Liu aún no tiene fecha confirmada,
pues se está a la espera de que sus familiares puedan viajar desde China.
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