RIAD (23 Enero 2015).- El rey de Arabia Saudí,
Abdala ibn Abdelaziz al Saud, falleció en Riad a la edad de 90 años afectado
por una neumonía que le dificultaba la respiración.
Abdelaziz, que accedió al trono en 2005 tras la
muerte de su hermanastro el rey Fahd, sobrevivió en 2011 a la Primavera Árabe
que puso en jaque a los regímenes totalitarios de varios países de la región.
En 2014, no dudó en unirse a la coalición liderada
por Estados Unidos contra el grupo radical Estado Islámico en Siria e Irak,
donde consiguió controlar vastos territorios en los que intenta imponer su
particular interpretación de la ley islámica.
En cuestiones religiosas, Abdelaziz fue el único de
la familia Saud del que se conocen contactos con la oposición integrista,
aunque ha ejercido una política dura con los militantes islámicos.
El finado destacó por su incondicional apoyo al
golpe de estado en Egipto el 3 de julio de 2013, protagonizado por el entonces
ministro de Defensa, el general Abdel Fatah al Sisi, contra el presidente
islamista Mohamed Mursi, dirigente de los Hermanos Musulmanes.
Es hijo del rey Saud, lo mismo que el rey Fahd,
aunque de distinta madre.
Según la legislación saudí, Abdelaziz ha sido
sustituido por el príncipe heredero, Salman bin Abdelaziz al Saud, nacido en
1935 y que hasta ahora ocupaba los cargos de viceprimer ministro y titular de
defensa.
En 1962 fue nombrado jefe de la Guardia Nacional e
inició una tarea de reorganización y modernización del ejército.
En 1975 fue designado por el rey Jaled (hermano del
rey Fahd) vicepresidente segundo del Consejo de Ministros, cargo desde el que
presidió en algunas ocasiones el Consejo y que se añadía a sus
responsabilidades como jefe de la Guardia Nacional.
En 1982 el rey Fahd le designó príncipe heredero y
le nombró por real decreto vicepresidente del Consejo de Ministros.
Abdala desempeñó un destacado papel en la resolución
de discrepancias entre los Estados árabes y en sus esfuerzos por aproximarlos.
El 1 de enero de 1996, el rey Fahd le cedió el
control de los asuntos de Estado mediante un decreto, un mes después de ser
hospitalizado como por un derrame cerebral, en diciembre de 1995.
Con esta decisión, el rey Fahd traspasaba
interinamente a su hermanastro el cargo de vicepresidente, ya que el monarca
ocupa además ese puesto y preside la reunión semanal del gabinete saudí.
En política exterior, estrechó las relaciones con
Occidente, especialmente con EEUU, a pesar de la oposición de algunos miembros
de la familia real.
En mayo de 1999 inició una gira por países árabes de
Africa, Europa y Asia con el objetivo de fortalecer sus relaciones.
Un mes después emprendió un viaje por Oriente Medio
que comenzó en Siria lo que fue la segunda gira internacional del príncipe en
menos de un año después de la que realizó en septiembre y octubre de 1998 por
Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Japón, China, Corea del Sur y Pakistán.
En febrero del año siguiente inició otra gira por
Oriente Medio para recabar apoyos para celebrar una cumbre árabe. En febrero de
2002 fue el artífice de un plan por el que el mundo árabe reconocería y
normalizaría sus relaciones con Israel a condición de que ese país evacuara los
territorios de Cisjordania y Gaza, que ocupó militarmente en la guerra de 1967,
para la proclamación en ellos de un Estado palestino con capital en Jerusalén
oriental.
Se trataba de la segunda propuesta de paz de Arabia
Saudí desde 1981, cuando el rey Fahd propuso a la Liga Arabe, aunque sin mayor
éxito, reconocer a Israel.
Sin embargo, meses después este plan fracasó al ser
rechazado por Israel, y también ante la incomparecencia de sus principales
líderes en la cumbre de la Liga Árabe de Beirut.
En abril de 2002 viajó a Estados Unidos donde se
entrevistó con el presidente George Bush, a quien pidió una firme actuación
para que Israel retirara sus tropas de Palestina.
En junio de 2003 patrocinó un simposio de diálogo
nacional en el que participaron por primera vez representantes de la minoría
musulmana chií hasta ese tiempo marginada de la actividad política. Después de
la muerte del rey Fahd el 1 de agosto de 2005 fue designado nuevo rey, tras
recibir la "Mubaia", una tradición que proviene de la época del
profeta Mahoma y en la que el pueblo expresa su apoyo a sus nuevos gobernantes.
En noviembre de 2010 viajó a Estados Unidos para
someterse a exámenes médicos por un coágulo causado por una hernia de disco.
El 18 de junio de 2012 el rey designó a sus
hermanastro el príncipe Salman, heredero al trono saudí tras la muerte días
antes del príncipe Nayef.
Dos años más tarde, el 27 de marzo de 2014, el
monarca firmó otro real decreto por el que designó como futuro príncipe
heredero a su hermanastro Moqren, con lo que éste se posiciona como segundo en
la línea sucesoria tras Salman bin Abdelaziz.
A principios de 2015 el rey Abdala fue intubado
debido a una neumonía.
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