PARÍS (6 Junio 2015).- Tres días después de romper
una nueva barrera, Novak Djokovic se clasificó para su tercera final de Roland
Garros. Las dos anteriores, 2012 y 2014, las perdió contra Rafael Nadal, el
nueve veces campeón, a quien superó el miércoles en tres sets. En la mañana del
sábado completó la victoria frente a Andy Murray, después de que el partido
fuera interrumpido por falta de luz en la noche del viernes con ventaja del
serbio por 6-3, 6-3, 5-7 y 3-3. Murray acentuó el misterio al imponerse también
en el cuarto set, tras lograr el 'break' en el undécimo juego, antes de caer
por un marcador final de 6-3, 6-3, 5-7, 5-7 y 6-1, en cuatro horas y nueve
minutos. Se jugará el domingo (15.00 h., Eurosport) el título frente a
Stanislas Wawrinka.
En el quinto set, 'Nole' abrió brecha en el segundo
'game'. Habían surgido las dudas sobre si sería capaz de enfrentar la ansiedad
de verse como indiscutible favorito del torneo después de ganar a Nadal. Sin
desmerecer el gran trabajo de Murray, Djokovic jugaba frente a sí mismo. Salió
airoso de esa lucha, como movido por un fecundo ataque de ira, logrando su 28º
triunfo consecutivo de la temporada.
Con 28 años, se encuentra a un partido de ganar el
único torneo del Grand Slam que le falta y sumarse así a Donald Budge, Fred
Perry, Roy Emerson, Rod Laver, Andre Agassi, Roger Federer y Rafael Nadal, los
siete jugadores capaces de completar los cuatro 'majors'. En caso de lograrlo,
aspiraría incluso a objetivos mayores. Sólo Laver y Budge se hicieron con todos
los títulos en el mismo año. También campeón, por quinta vez, en Melbourne, el
pasado febero, estaría en disposición de emularles.
Djokovic ha vencido a Wawrinka en 17 de sus 20
enfrentamientos. La victoria más estimulante que podrá manejar el suizo es la
conseguida en los cuartos de Australia de 2014. Le llevó a los cinco sets en la
misma ronda del torneo de 2013 y en las semifinales del Abierto de Estados
Unidos de ese mismo año. Ninguna de aquellas grandes versiones de 'Nole' estaba
a la altura de la actual.
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