FELICIDADES A COOPERSTOWN... Y POR FAVOR, HAGAN JUSTICIA CON LOS PELOTEROS LATINOS
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NUEVA YORK (13 Junio 2015).- El Salón de la Fama del Béisbol de Grandes Ligas
localizado en Cooperstown, un pequeño pueblo de Nueva York, el sitio donde se
encuentran los nombres de los más grandes peloteros de todos los tiempos de
Estados Unidos y donde permanecen los recuerdos y la historia de sus hazañas,
cumplió el viernes el 76 aniversario de su apertura.
Los primeros jugadores elegidos fueron Babe Ruth, Ty
Cobb, Christy Mathewson, Honus Wagner y Walter Johnson. Y aunque esta selección
ocurrió en 1936, la exaltación oficial fue el 12 de junio de 1939, por la
Fundación Clark.
Se estima que desde su apertura este Museo dirigido
por entidades privadas ha sido visitado por unas 13 millones de personas, con
un promedio de 350,000 personas que pagan sus entradas cada año.
Este Nicho de los Inmortales también tiene como
funciones la exhibición de importantes objetos relacionados con este deporte,
así como la realización de actividades encaminadas a honrar a las personas que
se han destacado como jugadores, dirigentes o propulsores de béisbol.
Además de los cinco primeros exaltados, en este
recinto sagrado se encuentran los nombres de leyendas como Ted Williams, Joe
DiMaggio, Willie Mays, Hank Aaron, Sandy Koufax y Mickey Mantle; entre otros.
Los jugadores latinos elegidos han sido los
dominicanos Juan Marichal y Pedro Martínez, el venezolano Luis Aparicio, el
panameño Rod Carew, los puertorriqueños Roberto Clemente, Orlando Cepeda y
Roberto Alomar, los cubanos Tany Pérez, José de la Caridad Méndez y Cristóbal
Torriente. En el grupo de narradores están el ecuatoriano Jaíme Jarrín, el
argentino Eloy “Buck’’ Canel y el cubano Rafael “Felo’’ Ramírez. Como dirigente
Alejandro “Alex’’ Pompez, un hijo de emigrantes cubanos nacido en Cayo Hueso
que fue propietario de los equipos Cuban Stars (Este) y los New York Cubans de
las Ligas Negras de Estados Unidos.
El lema del Salón de la Fama es: “Preservar la
historia, honrar la excelencia, conectar generaciones”. Sin dudas, ha sido una
obra monumental. Pero como toda organización dirigida por seres humanos, no es
perfecta. Ha tenido errores y se han cometido injusticias.
Injusticias que deberían ser reparadas. En especial
el olvido de figuras que merecen tener sus nombres en el Museo de Cooperstown.
Entre ellos los boricuas Juan Igor González, Carlos Delgado y Edgar Martínez.
El dominicano Sammy Sosa. El venezolano David Concepción. Los cubanos Orestes
Miñoso, Tony Oliva y Luis Tiant. El nicaraguense Dennis Martinez ganó 245
juegos en Grandes Ligas.
Debemos felicitar a Cooperstown por su cumpleaños.
Pero también es hora de pedirle que se haga justicia con los jugadores que
merecen estar en dicho pabellón.
En especial, nuestros peloteros latinos.
Por MARINO MARTÍNEZ/El Nuevo Herald
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