BORICUAS BUSCAN AGUA EN GALONES EN LLAVES DE AUTOPISTAS POR SEQUÍA ABATE A PUERTO RICO
CAYEY (16 Julio 2015).- A orillas de la transitada
autopista Luis A. Ferré, justo en el kilómetro 27.2 en dirección a Caguas,
brotan dos venas de agua que se han convertido en la parada de transeúntes.
Ángel Luis Negrón Irizarry, residente en San Juan,
es uno de los que casi a diario se detiene en el lugar a llenar varios galones
que utiliza durante los días de racionamiento establecidos por la Autoridad de
Acueductos y Alcantarillados debido a la sequía que afecta a Puerto Rico.
“Aquí el agua nunca se va”, dijo sonriente. Destacó
que, a pesar de la sequía, no percibe que haya disminuido la cantidad de agua
que brota de la montaña.
“Desde 1972 estoy visitando este lugar, pero ahora
lo hago por la necesidad”, dijo el hombre, quien bebe de esa agua. “Tengo como
75 galones y según se van vaciando, vengo y los llenos”, indicó.
Mientras, Negrón Irizarry no saca sus ojos de los
carros y camiones que pasaban a toda prisa por el expreso PR-52. Una guagua de
la Autoridad de Energía Eléctrica se acercó al carril del paseo, donde se
detuvo. Detrás, otro auto buscó acomodarse en el área.
Son muchos los camioneros que se detienen a tomar
agua en el lugar, indicó el hombre entre el ruido de los vehículos que pasaban
a toda prisa.
Explicó que al agua de ese lugar le han realizado
diversas pruebas de laboratorios que evidencian que es apta para consumo
humano.
“A esta agua la han analizado laboratorios privados
y Acueductos y Alcantarillados y ha salido que esta agua es más limpia y más
sana que la que recibimos de Acueducto en nuestras casas”, aseguró el hombre
que llenaba varios galones y los colocaba en su guagua.
“Yo no sé quién los puso, pero tenemos dos tubos de
salida”, indicó el hombre que se siente dueño de aquella agua.
Explicó que a mediados de la década de 1990 un
empresario presentó un proyecto para colocar tuberías desde ese punto hasta
Caguas, donde planificaba establecer una planta embotelladora de agua.
Negrón López recordó que fue uno de las muchas
personas que se levantaron en oposición al proyecto y señaló varios tubos de
polietileno, parcialmente cubiertos por tierra, como la secuela de aquel
proyecto. Esa propuesta, según dijo, no logró obtener los permisos del
Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
Otros de los que en la tarde de ayer se detuvo en el
lugar fue Emilio Bonilla Ortiz, quien reside en Nueva York y está de vacaciones
en Puerto Rico. “Me gusta venir. Me trae recuerdos de mi niñez”, indicó.
Recordó que cuando era niño su mamá lo llevaba a ese
manantial a coger agua para cargar hasta su vivienda. “Aquí lo que habían eran
carretas viejas”, describió mientras se paraba sobre pedazos de madera que han
colocado sobre el lodo que se forma en el lugar.
Bonilla Ortiz uso dos botellas pequeñas que llevaba
en el auto para llenarlas de agua. Dijo que esa agua procede de un manantial.
“Pruébala, se puede beber y está fría”, comentó antes de subir a su auto y esperar
breves minutos para integrarse a la transitada vía para seguir su paseo.
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