LA HABANA (14 Julio 2015).- Atribulado por el
desmoronamiento de la Unión Soviética y las consecuencias que podrían derivarse
para Cuba, en 1991 Nikolai Leonov declinó la invitación de un entrañable amigo
a visitar la isla, como lo había hecho varias veces antes. Pocos días después
recibió un mensaje desde La Habana: “Si ya perdiste la confianza en nuestra
firmeza y capacidad de resistencia, no vengas; de lo contrario, te espero”.
Estas palabras, remitidas por Raúl Castro, no solo
renovaron los argumentos combativos y solidarios de Leonov, sino expresaron la
convicción del liderazgo cubano, y de su pueblo, en defender las conquistas revolucionarias
y continuar apostando, aún a contracorriente y en las más arduas
circunstancias, por una sociedad más justa, más plena, más humana.
Motivado por su conocimiento histórico y perspectivo
de la realidad cubana, y sobre todo por la necesidad de “presentar a las
generaciones actuales y futuras de lectores, la imagen más auténtica de esta
extraordinaria persona, en la cual constantemente se ha apoyado Fidel y en
quien ha tenido una confianza infinita, que ha sabido ganarse el cariño y el
apoyo de la mayoría de sus compatriotas, y ahora esculpe lo que llaman
actualización del modelo económico cubano”, Leonov escribió Raúl Castro, un
hombre en Revolución.
Publicado por el sello Capitán San Luis, la primera
edición en lengua española de la obra fue presentada este martes ante los
diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, presidida por Esteban Lazo
Hernández, en el Palacio de las Convenciones, de la capital.
Hace apenas unas semanas, el canciller Serguei
Lavrov saludó la edición príncipe en ruso en un acto efectuado en la sede de
Ministerio de Relaciones Exteriores en Moscú y luego llegó a los parlamentarios
en la Duma estatal.
El libro debe leerse como la biografía de un destino
y el testimonio de una amistad; el primero, evidente en la sucesión de hechos
que dan cuenta de la génesis, desarrollo y puesta al día del proceso
revolucionario y la participación de Raúl en la gesta emancipadora, la
construcción socialista, la fundación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y
la conducción del Partido y el Estado en estos últimos años, todo ello
concebido con precisión analítica; la segunda, a partir de la empatía que nació
entre Leonov y Raúl al coincidir en 1953 en un viaje transatlántico desde
Europa hasta el Caribe.
Con la evocación de ese último pasaje, el diputado
Eusebio Leal comenzó ante el auditorio sus comentarios sobre la obra. El
historiador glosó momentos de la relación entre el escritor y el biografiado
expuestos en el primer capítulo del libro y resaltó la sincera hermandad y la comunidad
espiritual resultantes.
Poseedor de un vasto historial como oficial de la
inteligencia soviética y sobrados méritos académicos, Leonov se doctoró en
Ciencias Históricas y cuenta en su haber con un ensayo biográfico sobre el
Comandante en Jefe Fidel. Cuba lo condecoró con la Orden Ernesto Che Guevara de
primer grado.
Aunque por su proverbial modestia Raúl rehúya todo
tipo de elogios y reconocimientos, Eusebio compartió el sentimiento de los
presentes al considerar la presentación del libro como un homenaje y subrayó la
capacidad de aquel de “estructurar para el tiempo histórico que nos tocó vivir
una personalidad propia, que logra transmitir a su pueblo en un instante
determinado la fuerte y sobria voluntad de continuar hacia adelante”.
En las palabras de Leal, como fiel reflejo del texto
de Leonov y de la historia misma, Fidel y Raúl transitaron inseparables: “Que
siempre aparezcan juntos los dos nombres que han hecho posible que hoy podamos
en esta mañana reunirnos, Fidel y Raúl”.
Por
PEDRO DE LA HOZ/Granma
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