Una semana atrás, Tito Rabat cayó entrenando en el
circuito de Almería y de la grava al quirófano: le repararon la fractura de
clavícula derecha en el Hospital Quirón Dexeus de Barcelona y al día siguiente
regresó a 'su' trazado en Tabernas. Los doctores Xavier Mir y Ángel Charte le
recomendaron descanso, pero el vigente campeón de Moto2, con la ambición de
duplicar su título, desoyó sus indicaciones, como haría días después con los
avisos del asfalto de Sachsenring. Tanto el viernes como el sábado se fue al
suelo con fuerza y, aunque añadió varios moratones a su cuerpo, les restó
importancia al comprobar que tras ambos percances los hombros seguían en su
sitio. Podía correr e intentar la gesta. [Clasificación Moto2]
Este domingo, pese a otro incidente en el warm up y
el descenso en la salida hasta la novena posición, sólo le valía un podio. Su
distancia en el Mundial respecto al líder Johann Zarco ya era demasiado ancha,
pese a faltar media temporada consideraba definitivo cualquier fallo y así
planteó la carrera. Como un piloto sano remontó veloz hasta la cuarta posición
y allí empezó una persecución desesperada. Delante dos escapados, Xavier Simeón
y el propio Zarco, y un único rezagado, Franco Morbidelli, que debía ser la
víctima. El plan era sencillo, acercarse a él hasta la última curva y allí, en
un único intento, hacerse con el cajón por fuera, pero el italiano lo estropeó:
nervioso ante la escueta lucha, cayó justo en ese instante y se lo llevó por
delante.
Aunque Simeón superó a Zarco (su primera victoria en
el Mundial), a Rabat se le fue el campeonato entre giros por la escapatoria, su
desventaja con el francés aumentó hasta los 65 puntos, y lo que fue peor, su
lesión se agravó. A falta de pruebas médicas que determinen la gravedad, se
dobló la placa de titanio que le acababan de poner y deberá, ahora sí, reposar
varias semanas. Muy decepcionado llegó al paddock, donde andaba exultante Álex
Rins, beneficiado por el incidente. Siempre a rueda de su compatriota, su
desdicha le permitió conseguir el tercer podio de la temporada y colocarse
cuarto en el Mundial superando a Thomas Luthi.
Cuenta Efrén Vázquez, aunque compañero, crudo
adversario, que Danny Kent está "viviendo su momento". Cinco años
atrás, el británico llegó al Mundial en silencio, hace dos fracasó en su salto
a Moto2 y, ahora, de vuelta a Moto3, arrasa como un niño prodigio pese a sus 21
años. "Tiene mucha confianza", añade el español que se admite un
"extraño" en un box carente de castellanoparlantes, pues el Leopard
Racing está inclinado. Tiene sentido, Kent, que se mudó este invierno cerca de
la sede del equipo en Luxemburgo, que recibe mimos del energético patrocinador,
ya parece campeón. Medio título es suyo tras arrasar en las nueve primeras
carreras: cinco victorias, otros tres podios y un cuarto puesto como peor
resultado. En definitiva, 66 puntos de ventaja como líder del campeonato, por
delante de Enea Bastianini. [Clasificación Moto3]
Danny Kent celebra su victoria en Sachsenring
Twitter
Este domingo en Sachsenring desmontó las
peculiaridades de la categoría y, yéndose en solitario, logró el triunfo con
una rotundidad impropia. Saliendo de la pole, se cobijó en el grupo las tres
primeras vueltas buscando calor para sus neumáticos y a la cuarta se puso en
cabeza para ya despedirse hasta la meta. Trató de seguirlo el propio Vázquez, y
lo consiguió al principio, con dos errores de Kent, pero bajo la bandera de
cuadros la diferencia fue exagerada: más de siete segundos, una superioridad
desconocida esta temporada. Le sirvió al español la táctica para sumar su
cuarto podio, motivo suficiente de alegría. "Danny tenía mejor ritmo que
todos este fin de semana. He intentado seguirlo, pero era muy difícil, la
verdad", comentaba Vázquez poco antes de sonar el 'God save the Queen'.
Por JAVIER SÁNCHEZ/El Mundo
No hay comentarios.: