MUERTE DE EXNUNCIO EN RD PONE FIN AL PRIMER JUICIO DEL VATICANO POR PEDERASTIA
CIUDAD DEL VATICANO (28 Agosto 2015).- El antiguo
prelado polaco Josef Wesolowski, acusado de pederastia, falleció en la
madrugada de este viernes poniendo fin de forma abrupta al primer juicio en el
Vaticano por abuso sexual de menores.
"Esta mañana al amanecer, monseñor Jozef
Wesolowski fue hallado muerto en su domicilio en el Vaticano", anunció la
Santa Sede en un comunicado, en el que habló de "causas naturales" e
indicó que se realizará una autopsia durante la jornada del viernes.
Este exnuncio de 67 años, que estuvo destinado en
República Dominicana, sufría problemas de salud no especificados. Wesolowski
había ingresado en el hospital en julio, un día antes de la apertura de su
juicio.
Wesolowski no había aparecido en público desde que
aparecieron informaciones en la prensa según las cuales habría tenido
relaciones sexuales pagadas con menores en un barrio de Santo Domingo.
La Congregación para la Doctrina de la Fe lo juzgó y
sancionó por estos actos en junio de 2014, y lo condenó a colgar los hábitos y
volver al estado laico, la pena máxima para un prelado.
Pero el papa Francisco también ordenó un juicio
penal, una primicia en el Vaticano, por lo que Wesolowski fue detenido y puesto
en arresto domiciliario en septiembre de 2014, a la espera de su juicio.
En diciembre obtuvo una mayor libertad de movimiento
en el interior del Estado vaticano por motivos de salud. El 10 de julio fue
ingresado en cuidados intensivos en Roma debido a un empeoramiento de su
estado.
Un día después se inició su juicio en ausencia en el
tribunal del Vaticano.
Línea
más dura
Juzgado por actos pederastas con niños de entre 13 y
16 años en Santo Domingo y por posesión y encubrimiento de "una cantidad
importante" de fotografías de contenido pedopornográfico descargadas de
internet en la Santa Sede, se enfrentaba a entre seis y siete años de prisión,
sin contar con posibles circunstancias agravantes.
Según la página web Vatican Insider del diario La
Stampa, Wesolowski abandonó el hospital el 17 de julio y regresó a su pequeña
vivienda en el palacio de justicia del Vaticano.
De esta manera, el que iba a ser un juicio simbólico
apenas habrá durado siete minutos: lo que se tardó, el 11 de julio, en leer los
cargos contra él, constatar la ausencia del acusado y posponer la audiencia de
forma indefinida.
El proceso habría ilustrado la línea más dura del
Vaticano para enfrentar el flagelo de los abusos pedófilos, principalmente en
los años 1960-1980. Las revelaciones al respecto en los últimos 15 años
desacreditaron a la iglesia.
La Santa Sede anunció en junio la creación de una
nueva instancia eclesiástica para sancionar a los obispos culpables de
negligencia -a saber, de complicidad- con los curas bajo su autoridad.
Además, una comisión de expertos internacionales
ayuda desde hace un año al papa a encontrar medios para evitar los abusos
pederastas.
Las asociaciones de víctimas reprochan a la Iglesia,
no obstante, que no va suficientemente lejos.
Wesolowski llegó como nuncio en 2008 a República
Dominicana, donde la prensa local lo acusó en el verano de 2013 de haber
acudido a menores prostituidos.
En agosto de ese año fue llamado de urgencia por el
Vaticano, que rechazó su extradición a Polonia en enero.
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