MÉXICO (23 Octubre 2015).- Joaquín Archivaldo Guzmán
Loera, alias “El Chapo”, logró esconderse en las montañas luego de su fuga
hasta el 6 de octubre, cuando un grupo de la Armada de México lo localizó y
casi lo captura.
El lugar se llama La Piedrosa, y se ubica en la
Sierra de Durango. Allí se encuentran cinco cabañas de piedra y techo de
madera, que fueron construidas el pasado 21 de junio, según una inscripción que
se encontró en una de las casas.
De acuerdo con información oficial obtenida por el
rotativo La Jornada, “El Chapo” Guzmán llegó al lugar el 16 de septiembre.
Allí, el líder del Cártel de Sinaloa no tenía vecinos, y al lugar sólo se puede
accesar por aire o en un vehículo todo terreno. Por ello, a menos de un
kilómetro de las cabañas se encuentra una pista clandestina de aterrizaje.
La casa que habitaba Guzmán tenía tres cuartos, cada
uno con unas tres bases de cemento para camas matrimoniales. En la primera de
las cabañas, junto al baño con excusado, regadera y agua corriente, dormía “El
Chapo”. En otra sus guardaespaldas, y en la tercera, sus cocineras.
En la cocina encontraron dos refrigeradores y un
congelador. Además, dice La Jornada, había alimentos para muchos días. Las
casas tienen energía eléctrica abastecida por luz solar y según el rotativo,
también tenían acceso a Internet.
La casa del narco más buscado del mundo estaba más
alta que las otras cuatro viviendas. Las cuatro restantes estaban hechas con
materiales de menor calidad y en ellas habitaba su personal de seguridad.
El diario asegura que desde la altura, el capo pudo
ver la llegada de los helicópteros y eso le permitió escapar. La vegetación de
la zona ayudó al narcotraficante a fugarse por un sendero de dos kilómetros y
medio de largo, hasta llegar a un arroyo dónde le perdieron la pista.
De acuerdo con el rotativo, Guzmán vivió en este
conjunto de cabañas desde que se fugó del Centro de Readaptación Social
Federal, El Altiplano, el pasado 11 de julio, penal de máxima seguridad del que
huyó por un túnel que iniciaba en un hoyo de la regadera de su celda.
La Jornada indica que a las ocho de la mañana del 6
de octubre, cinco helicópteros de las fuerzas especiales llegaron al lugar.
Realizaron algunos tiros de advertencia. Más de 30 personas integraban la
seguridad de “El Chapo” y respondieron con ataques.
Guzmán y sus tres guardaespaldas más cercanos, junto
tres mujeres y una niña, salieron de la casa principal para escapar. Al mirar
para arriba, “El Chapo” perdió el equilibrio y se cayó. Se lesionó la nariz y
una pierna. De acuerdo con algunos medios, se la fracturó.
Los marinos explicaron a La Jornada que decidieron
detener el tiroteo porque el narco se escapaba con dos niñas. Así, comenzaron
el intento de captura por tierra. En su huida, Guzmán abandonó a las tres mujeres
y a las dos niñas, tres gorras y una camiseta.
En el lugar, la Armada de México encontró dos
lanzacohetes y armas de grueso calibre. Además, fueron detenidos tres sicarios
y tres mujeres que se cree son sus cocineras. Fueron ellas las que confirmaron
a los marinos que el narcotraficante más buscado del mundo se encuentra herido.
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