SANTO DOMINGO, República Dominicana (1 Diciembre
2015).- Este primero de diciembre, Pablo Emilio Escobar Gaviria, cumpliría 66
años.
El narcotraficante colombiano, conocido como El
Patrón, nació en Rionegro, Antioquía, Colombia, del matrimonio de Abel de Jesús
Escobar Echeverri, Hermilda de los Dolores Gaviria Berrío.
Pablo Escobar fue fundador, máximo líder y jefe del Cartel
de Medellín y del autodenominado grupo Los Extraditables, con el que llegó a
ser el hombre más poderoso de la mafia colombiana, siendo uno de los criminales
más ricos y peligrosos de su época en el mundo.
Fuentes periodísticas certifican que amasó una
estratosférica fortuna. Ocupó la posición de suplente en la Cámara de
Representantes de Colombia para el Congreso de la República de Colombia por el
departamento de Antioquia en 1982.
Las autoridades lo vincularon al asesinato de más de
10,000 personas.
Uno de sus principales guardaespaldas y
lugarteniente, John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, lo vinculó por el
asesinato de cientos de personas.
En medio de la sangrienta guerra que Escobar enfrentó
contra el Estado desde 1984, su organización fue la responsable de innumerables
actos de terrorismo, entre ellos, la colocación de más de 250 bombas y varias
decenas de matanzas que dejaron un saldo de mil 142 civiles muertos, sin contar
las miles de víctimas colaterales fruto del fuego cruzado con las autoridades
en Antioquia y Medellín.
Además fue responsable del asesinato de 657 policías
entre 1989 y 1993, y de feroces enfrentamientos contra el Cartel de Cali, los
paramilitares del Magdalena Medio y finalmente Los Pepes.
Organizó y financió una extensa red de sicarios y,
con sus actos terroristas mediante el empleo de coches bomba en las principales
ciudades, desestabilizó Colombia y se convirtió en el criminal más buscado del
mundo a comienzos de los años 1990.
Tras fugarse de la cárcel, en julio de 1992, el
gobierno de Colombia destinó unos cuatro mil efectivos e ingentes recursos para
conformar el denominado Bloque de búsqueda y recapturarlo. Tras diecisiete
meses de intenso rastreo por parte del mencionado bloque, que contaba con el
respaldo incondicional de grupos de inteligencia estadounidenses, además de la
presunta asistencia del grupo denominado Los Pepes, fue localizado en un barrio
de Medellín y abatido en un tiroteo.
Con el comercio de cocaína amasó la fortuna más
grande de su país y una de las más grandes del mundo.9 Apodado «El Patrón», su
fortuna estaba estimada entre los 9,000 y 15,000 millones de dólares, aunque
según varias investigaciones y los informes de la prensa especializada, el
tráfico de drogas le reportó beneficios por 25,000 millones de dólares.
También fue un esporádico piloto de carreras, cuando
participó en la copa Marlboro y la copa Renault 4 en las carreras del extinto
Autódromo Ricardo Mejía en Bogotá, en 1979.
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