CIENTOS DE 75 MILLONES DE PERSONAS VIVEN EN LA POBREZA EN AMÉRICA LATINA: DICE CEPAL
SANTIAGO, Chile (22 Marzo 2016).- Un total de 175 millones de personas viven en la
pobreza en América Latina, según el informe del panorama social de la región en
2015, presentado hoy martes en conferencia de prensa en Santiago por la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Las tasas de pobreza e indigencia medidas por
ingresos se mantuvieron estables en América Latina en 2014 respecto al año
anterior (situándose en 28,2 por ciento y 11,8 por ciento de la población de la
región, respectivamente), y se estima que ambas se habrían incrementado en
2015.
Al dar a conocer su informe Panorama Social 2015
-que da cuenta de la evolución reciente de la pobreza, la indigencia, la
distribución del ingreso y el gasto social en América Latina-, el organismo de
Naciones Unidas hizo un llamamiento para "proteger los avances e impedir
los retrocesos sociales ante el potencial aumento de la pobreza en la región".
El número de personas en situación de pobreza creció
en alrededor de dos millones en 2014 en comparación con 2013, alcanzando los
168 millones de personas, de los cuales 70 millones estaban en la indigencia,
informó la Cepal.
Según las proyecciones del organismo, en 2015 la
tasa regional de pobreza habría aumentado a 29,2 por ciento de los habitantes
de la región (175 millones de personas) y la tasa de indigencia a 12,4 por
ciento (75 millones de personas).
En 2014 el principal aumento afectó a los pobres no
indigentes, con cifras muy dispares según los países, ya que mientras en unos
aumentó, en un número importante de ellos, disminuyó.
"Si queremos lograr el primer Objetivo de
Desarrollo Sostenible, que llama a poner fin a la pobreza en todas sus formas,
América Latina debe generar más empleos de calidad, con derechos y protección
social, cautelar el salario mínimo y proteger el gasto social, que muestra una
merma en su ritmo de crecimiento", sostuvo Alicia Bárcena, secretaria
ejecutiva de la Cepal.
"Urge explorar nuevas fuentes y mecanismos
fiscales de financiamiento que hagan sostenible la política social y los
avances alcanzados en el último decenio", enfatizó la alta funcionaria,
quien recordó que entre 2002 y 2012 la pobreza se redujo 15,7 puntos
porcentuales.
A comienzos de los años noventa (1991-1992), el
gasto social se situaba en 12,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) de
la región como promedio ponderado, que aumentó al 19,5 por ciento en el periodo
2013-2014.
El incremento del gasto social como porcentaje del
PIB (6,8 puntos porcentuales entre 1991 y 2014) obedece en primer lugar al
crecimiento del gasto en seguridad social y asistencia social (3,5 puntos
porcentuales), seguido de educación (1,9 puntos porcentuales) y salud (1,5
puntos porcentuales).
Respecto a la transición demográfica que vive la
región. el documento dado a conocer hoy por la Cepal indica que en 2023 la
región pasaría de ser una "sociedad juvenil" a una "sociedad
adulta joven". Al llegar 2045 se daría inicio a la "sociedad
adulta" y en 2052 se estaría frente a una "sociedad envejecida",
con importantes diferencias entre países.
En la mayoría de los países de América Latina, el
llamado "bono demográfico" (período en que la población en edad de
trabajar es mayor que la población dependiente) seguirá vigente durante los
próximos 15 años. Ello abre oportunidades de inversión en áreas como educación
y salud, destaca el organismo de Naciones Unidas.
El documento presentado hoy analiza también la
evolución de la distribución del ingreso y las persistentes desigualdades que
se manifiestan en el sistema educativo y en el mercado laboral.
Al respecto, el informe señala que entre 2002 y
2014, la gran mayoría de los países lograron mejoras en la distribución del
ingreso según el llamado "coeficiente de Gini" (en el que 0
corresponde a plena igualdad y 1 a máxima desigualdad).
El coeficiente pasó de 0,497 en 2013 a 0,491 en
2014, mientras que en 2010 era de 0,507. Pese a este descenso, en 2014 el ingreso
per cápita de las personas del 10 % de mayores ingresos fue 14 veces superior
que el del 40 por ciento de menores ingresos.
En el estudio, la desigualdad también es medida
según los resultados de escolaridad en los diferentes tramos de ingresos de la
población.
Las desigualdades, señala la Cepal, se hacen más
patentes al cruzar otras variables, como sexo, raza, etnia y años de
escolaridad. Según la comisión, el 80 por ciento de los ingresos totales de los
hogares latinoamericanos proviene del trabajo.
Por ello, la Cepal recalca que "deben persistir
los esfuerzos de promoción del trabajo decente, entre ellos, los de
formalización del empleo y de las empresas, de fortalecimiento de los salarios
mínimos y de acceso a la protección social, en los que se incluya la igualdad
de género como objetivo transversal".
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